Este post es la segunda parte del post «10 lecciones que tuve que aprender para ser emprendedora social (I)»
Continuamos donde lo dejamos:
6. Más receptividad que actividad. En el anterior post terminé contando cómo había escogido mi especialización y nuevo proyecto empresarial. La verdad es que aunque os pueda sorprender durante el último año aprendí una lección muy zen sobre emprender que trato de aplicar cada día. Lo normal es que emprendiendo tengas una lista de tareas larguísimas por cumplir: que si la web, que si el desarrollo de negocio, etc. Más aún si lo llevas adelante solo/a. Sin embargo, hay que tener cuidado. La mayoría de los emprendedores nos metemos en una vorágine de actividades y reuniones en la mayor parte innecesarias. Como tenemos 8-9 horas al día de trabajamos esas 8-9 horas. Si tuviésemos 15 horas trabajaríamos esas 15 horas. Nunca hay fin. Siempre hay puertas que tocar, opciones que probar. Sin embargo, al final he aprendido que la actividad no es tan importante sino la receptividad. La receptividad se refiere a tener la capacidad de desconectar de tus problemas, ansias y necesidades para enfocarte en escuchar los problemas, ansias y necesidades del mundo. Para ello hay que tener una mente calmada y abierta a las señales que la vida nos va ofreciendo. Más que ponernos a disparar frenéticamente a todas las oportunidades que veamos, hay que ser un francotirador confiado y eficaz. Para ver las auténticas oportunidades no vale estar ansiosos y ultra ocupados sino relajados y dispuestos. Tratar de simplificar más y más hace que tengamos mejores ideas. Sólo hay que echar un vistazo a todas las grandes ideas de la humanidad. Los genios/as que las tuvieron estaban en un momento relajado. Como emprendedora para mí es importante tener una vida relajada. Una vida relajada es una vida con inspiración. Durante este año me he propuesto reducir mi agenda y horario de trabajo para poder dedicar más tiempo a cultivar mi receptividad. Eso se consigue practicando meditación, durmiendo bien, viendo a amistades, haciendo deporte, paseando por la naturaleza. Ahora trato de simplificar mis tareas de emprendedora para tener más tiempo libre y por tanto aumentar mi receptividad. Varios trabajadores sociales me han escrito correos diciéndome que no se les ocurre ninguna idea para ejercer en el mercado de trabajo. Eso es normal, el mundo en el que vivimos promueve de forma exhaustiva la actividad sin reflexión, somos una sociedad cansada. Y el cansancio lleva a la falta de inspiración. La actividad es fácil, la receptividad es difícil porque conlleva parar y repensar.
7. Por tu salud mental, diversifica. Me refiero a diversificar trabajo e ingresos. Durante este curso como no he ido recibiendo mi sueldo, me vi obligada a trabajar en otras cosas. Y la verdad es que estos trabajos “menores” han contribuido enormemente a mi salud mental. Los emprendedores solemos pasar horas y horas a solas en el ordenador. Tener otros trabajos que te obliguen a cambiar el chip es muy útil. Personalmente yo recomiendo trabajos extras en los que te paguen bien por hora y en efectivo. Mejor aún si implican contacto humano y cierto esfuerzo físico. Yo trabajo como tutora en Texas Teach University hora y media a la semana y como anfitriona de Airbnb de un piso, lo que me ocupa otras 3 horas más o menos a la semana. En total dedico unas 4-5 horas a la semana a otros trabajos. Trabajos sencillos y bien pagados, en donde tengo que hablar inglés. Además, debo decir que disfruto sobremanera limpiando este piso de Airbnb. La dueña me llama y debo limpiar y recoger un minipiso para unos turistas extranjeros. Limpiar la casa me da tranquilidad mental y es realmente satisfactorio tener un trabajo en donde los resultados se ven a tan corto plazo. En 2 y media el piso está limpio y los extranjeros atendidos. Vuelvo a casa a trabajar en mi proyecto muy satisfecha y con la mente despejada. Saber que siempre tienes opciones para ganarte la vida si tu proyecto no funciona es una buena baza para lo que viene a continuación.
8. Todo va lento, muy lento. Por eso mismo insisto sobre la necesidad de diversificar empleo. Conseguir una reunión con un cliente importante puede tardar meses. Después de esa reunión otros meses en firmar contrato. Meses de crear productos y servicios, meses para difundirlos, meses para que te compren, meses para que te paguen… emprender es muy difícil. Y todo lo difícil lleva su tiempo. Es una tarea a largo plazo en donde prima la estrategia. La impaciencia es mala consejera. Las cosas no dependen sólo de ti. He conocido trabajadoras sociales emprendedoras que a partir de un año trabajando han comenzado a tener algún tipo de ingreso. Aceptar que los frutos de mi emprendimiento se verán poco a poco me ha costado pero es vital para llevar este tipo de vida. Empieza a cultivar paciencia de jardinero/a.
9. Cuidar el cuerpo tanto como a mi proyecto. Este año ha sido especialmente duro. La Junta de Andalucía no me pagaba, tenía que trabajar en otros sitios para sobrevivir, una semana antes de irme de vacaciones me bloquearon la web de ADRES, su newsletter y la de este blog porque sí. Además estudiaba un máster difícil y afortunadamente me salían ofertas como formadora en donde no quería decepcionar. No hubiera podido sobrellevar todo esto bien si una buena salud física. Hacer deporte cada día para mí es una prioridad porque emprender conlleva dos cosas 1) que tu cabeza trabaje a pleno rendimiento ya que como dije antes la mayor parte del éxito consiste en una buena estrategia y 2) las frustraciones a las que te enfrentas cada día van produciendo reacciones de estrés que ahí quedan y se amontonan. Hacer deporte te obliga a utilizar el cuerpo además de la cabeza, pudiendo equilibrar ambas, además de descargar todo el estrés diario. No sólo lo digo yo, Fernando Trias de Bes en su famosa obra “El libro negro del emprendedor” recomienda practicar deporte para desarrollar carácter y espíritu luchador, Cualidades indispensables para ser emprendedor/a. Yo personalmente, practico el noble arte del perreo en clase de Zumba, Bodycombat para acentuar mi espíritu luchador y Bodypump para fortalecer todo el cuerpo. Lo tengo comprobado. Hacer deporte ayuda a emprender. Ya no pongo excusas a la hora de mover el culo del escritorio por muy ocupada que esté.
10. La unión hace la fuerza. Aunque trato de reducir el número de reuniones a las que debo asistir (quitan tanto tiempo) trato de mantener el contacto con el mayor número posible de grupos. Pertenezco al Colegio de Trabajo Social de Sevilla, a la Plataforma de Defensa del Trabajo Social de España, a un grupo de emprendedores jóvenes de Sevilla (Sevilla UP), a la BlogoTSfera, a la organización internacional de liderazgo femenino Aspire Foundation. Esos son los formales. En los informales meto a toda clase de personas. Hace poco he descubierto el increíble poder del networking cuando me topé con el libro “Nunca comas solo” en dónde el autor detalla de forma maravillosa cómo funciona el networking y las ventajas que tiene. Tener claro que el emprendedor nunca es un lobo solitario sino que “caza” en manada ha despejado mis objetivos del 2016. Busca mentores, busca aliados, busca grupos a los que pertenecer. Aumentará tus probabilidades de éxito y encima disfrutarás con ello.
Y esos son los 10 aprendizajes durante los últimos tres años. Seguro que en los próximos tres años habrá más. De momento, estos forman parte de la brújula con la que me guío en el día a día. Espero que os haya gustado.
¿Y vosotros? ¿ pensáis que estos consejos sirven sólo para emprendedores o para cualquier profesional?
Me ha encantado tu reflexión. Querid@ compañer@, creo que has expresado muy bien los momentos y situaciones por las que pasamos.
Yo me he visto reflejada
Gracias Maria! buena suerte en tu proyecto. Un saludo!