Innovación Social y otras reflexiones en el I Congreso ATSEL

EN EL CONGRESO ATSEL

El 31 de Marzo tuve la suerte de ser invitada  aI 1º Congreso de la Asociación Nacional de Trabajadoras y Trabajadores Sociales en el Ejercicio Libre (ATSEL) que se celebraba en Málaga.

El lema del congreso era “Promoviendo el cambio, creando futuro” y mi participación era en la mesa redonda sobre Innovación y nuevos yacimientos de empleo. Compartí la mesa con Javier Espinosa, uno de los organizadores del Congreso y trabajador social en el ejercicio libre, creador de Jábega Social; Carmen Mata Rico, vicepresidenta segunda de la Diputación de Málaga y Jose María Regalado, creador del proyecto Inmersion TIC Academy.

Como nuestras intervenciones se hicieron muy cortas, en primer lugar creo que me agobié contestando las preguntas que Javier nos hizo y seguramente conteste “en plan collage” mezclando conceptos unos con otros y hablando atropelladamente porque era consciente de que tenía muy poco tiempo. En definitiva, me bajé del escenario pensando que me había comunicado poco y mal con los asistentes.

Se lo conté a Javier más tarde y hasta le enseñé las hojas en donde había escrito y contestado a cada una de las preguntas con antelación. Había impreso las hojas y me las había ido estudiando de camino en el tren. Vamos, quería darlo todo como ponente. No todos los días se organiza un congreso sobre trabajadores sociales emprendedores ¡tenía que estar a la altura!

Entonces Javier al ver mis hojas se le ocurrió que podría completar lo que había dicho en la mesa redonda con un post sobre el tema, contestando las preguntas que tanto interés había tenido en contestar detalladamente, luego él  pasaría el post a los asistentes al congreso. Así mataría tres pájaros de un tiro:

  • Me quedaría más satisfecha de mi intervención ya que podría transmitir lo que quería transmitir.
  • Aprovecharía “los deberes” que hice para el Congreso contestando preguntas que son muy interesantes a mi parecer.
  • Me serviría para publicar un post en este blog, que no escribo tanto como me gustaría

Pues nada, sin más demora, aquí van las preguntas.

PREGUNTAS SOBRE INNOVACIÓN Y NUEVOS YACIMIENTOS DE EMPLEO

  1. ¿Qué es la responsabilidad social corporativa? La responsabilidad social corporativa es además del cumplimiento estricto de las obligaciones legales vigentes, la integración voluntaria en su gobierno y gestión, en su estrategia, políticas y procedimientos, de las preocupaciones sociales, laborales, medio ambientales y de respeto a los derechos humanos que surgen de la relación y el diálogo transparentes con sus grupos de interés, responsabilizándose así de las consecuencias y los impactos que se derivan de sus acciones.”- Foro de expertos de RSE. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
  2. ¿Qué hueco tiene el trabajo social en la responsabilidad social corporativa? El trabajo social siempre ha tenido su hueco en la RSE, sobre todo en EEUU donde no hay una protección estatal tan fuerte como en Europa, asociaciones de trabajadores sociales han contribuido a formar la idea que tenemos hoy en día de la RSC. Existe bastante contribución teórica en los países donde están implantada la RSC, pero en otros países hay más contribución operativa que otros. Sobre todo en los anglosajones que tienen una tradición más fuerte de ayuda social privada, la Universidad “Southern California School of Social Work” ofrece el máster de “Social Work and Business in a Global Society” donde incluye todas las competencias del trabajo social en las RSC. El trabajo social de empresa forma parte de la política de RSC de una empresa, siempre que esas funciones que hace el trabajador social dentro de la empresa vayan más de lo legal. Un ejemplo. Imaginaos que un país la ley obliga a todas las empresas a utilizar una parte de sus beneficios en becas formativas para los hijos de sus trabajadores y que fuese una trabajadora social la que tuviera que hacer un informe social de selección. En tal caso al ser obligado por ley no sería RSC pero si trabajo social de empresa. Ahora imaginad que un trabajador social gestiona los proyectos de acción social de una empresa que decide dar un dinero a un entorno de forma voluntaria, entonces sería trabajo social de empresa más RSC. Y el tercer ejemplo que os puedo dar es mi caso. Yo soy trabajadora social y trabajo en el sector de la RSC, pero no utilizo las herramientas exclusivas del trabajo social, aunque si comparto competencias del trabajo social. Yo soy una trabajadora social que trabajo en la RSC pero no en trabajo social de empresa.

Desde mi punto de vista pienso que a nivel teórico hay muchísima bibliografía sobre trabajo social de empresa, trabajo social en la RSC etc, pero falta muchísimo el trabajo social ya sea en la RSC o en la empresa a nivel operativo. Creo que se dedica demasiado esfuerzo a hablar sobre el hueco del trabajo social en la RSC o en la empresa y muy poco a ocupar ese hueco que al final es lo que tiene realmente impacto en la sociedad. Ocupar ese hueco no es sencillo, porque nos obliga a desarrollar competencias que en los trabajadores sociales pueden no ser comunes. Esas competencias son las siguientes: aprender a gestionar la ambigüedad, interés por muchos temas incluidos la economía, el medio ambiente, la política, los derechos humanos, hay que tener en cuenta que tu trabajo es influenciar en especialistas de estos temas, aprender a influir sobre los demás es importantísimo, porque en la RSC supone hacer cambios novedosos y tratar de involucrar a tus compañeros en ellos. Esta competencia también explica por qué las Fundaciones empresariales están formadas normalmente por profesionales que han estado en otros departamentos de la empresa, su influencia en la organización es mucho mayor que la de cualquier profesional venido de fuera. La comunicación escrita, hablada, adaptada al interlocutor, interés en el mundo empresarial, capacidad de tener empatía hacia los objetivos que presionan a las personas con las que tratas, ventas, realmente vendes ideas nuevas, aquí tiene que ver mucho con tu capacidad de influenciar, de comunicarte y de otra de las competencias que no he dicho como la capacidad de escuchar porque tienes que conocer las necesidades de tres interlocutores diferentes: empresa, administración pública y sociedad civil, son más interlocutores que el trabajo social tradicional;  la gestión de proyectos, investigación y análisis, (hago mención a la labor de Randstad Reseach) , y entender bien estos informes y verlos como un todo integrado. Creo que sería una gran ayuda para el trabajo social y el mundo empresarial en general si los trabajadores sociales dedicásemos tiempo a tratar de ocupar espacio en la RSC. Bastante a menudo recibo correo de trabajadores sociales de todo el mundo que están investigando el tema y les ayudo y me alegro. Pero me alegro mucho más cuando recibo correos de trabajadores sociales que me escriben porque tienen alguna duda profesional sobre un proyecto de RSC que están llevando a cabo. La investigación es sólo el paso previo no nos quedemos ahí. Las competencias que he citado se desarrollan experimentando y yo creo que bueno, que si estáis aquí en este congreso es porque tenéis ganas de experimentar y de dar un gran salto.

  1. ¿Qué es para vosotros la innovación social? Es crear procesos novedosos para intervenir en la sociedad.
  2. ¿Cómo podemos implementar la innovación social desde el trabajo social? Hoy en día hay muchas metodologías, pero básicamente se reducen en investigar, actuar, tomar distancia de lo actuado, investigar, actuar, tomar distancia de nuevo y analizar lo que podemos hacer mejor sin ningún tipo de límites, arriesgándote. Tiene una parte mental y analítica a la hora de ver lo que has hecho y como lo has hecho y otra instintiva a la hora de arriesgarte a saltarte los límites conocidos.
  3. ¿Cuáles son los nuevos yacimientos de empleo dentro de la innovación? Economía colaborativa con sus centros de coworking, bancos del tiempo, ecoaldeas, la mediación, la RSC, el emprendimiento social. Los yacimientos de empleo siempre van a depender de algunos elementos del entorno como la legislación para eso están nuestros colegios profesionales y las asociaciones de trabajadores sociales y de las capacidades individuales de cada trabajador social para adaptar sus competencias a esa situación profesional.
  4. ¿Podéis citar alguna experiencia novedosa en la que el trabajo social tiene o puede tener hueco? Hay muchas, pero voy a citar una que explico a los del másteres de dirección de centros gerontológicos de la UPO. El proyecto Trabensol.
  5. ¿Estamos explotando los nuevos nichos? Muy poco, son profesionales contados los que han tenido éxito en sus objetivos a largo plazo en los nuevo nichos (aquí mencioné el trabajo de un par de colegas fantásticas). O quizás simplemente son poco visibles porque no tienen blogs o colaboran poco en eventos de este tipo.
  6. ¿Qué oportunidad da el ejercicio libre a la hora de plantear proyectos innovadores? Da oportunidades, pero de forma sutil. Y lo voy a explicar con un ejemplo fuera del trabajo social pero muy ilustrativo. Un colega del mundillo de la RSC trabajó con un gran empresario de la restauración española, esté le contó que su éxito se debía simplemente a que se había dedicado  a copiar productos y luego los había mejorado. Pienso que este es un ejemplo fantástico .En definitiva en el trabajo social en libre ejercicio creo que tendríamos que hacer lo mismo. Copiar un 90% de cosas que ya tengan éxito, que sean fácilmente reconocible por el consumidor final y luego añadirle un 10% de innovación total y ahí arriesgarnos y darlo todo. Desde luego a este hombre le fue maravillosamente y creo que a nosotros también podría irnos bien así. La innovación es fantástica pero debe ir poco a poco partiendo de una base más bien conservadora (recordad la campana de Gauss, la mayoría tardía y los rezagados pueden hundir nuestro negocio) así que si, claro que hay oportunidad.

Estas son mis respuestas, cada una de ellas da hasta para un post.

¿Y vosotros/as? ¿pensáis en emprender? ¿tenéis vuestras propias ideas sobre innovación?

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TRABAJO SOCIAL E INTELIGENCIA FINANCIERA: EL PORQUÉ ME ARREPIENTO DE HABER HECHO TANTO VOLUNTARIADO

Durante el pasado mes de Enero, al tener vacaciones me he permitido el lujo de poder quedar con todos los amigos y amigas que ya no viven en Sevilla y que volvían a casa por Navidad.
Además de la tremenda alegría que da volver a ver a amigos que, por circunstancias laborales, ya no puedes ver a menudo, varios de ellos me dejaron charlas trascendentales, de esas que te dan una idea de por dónde debes orientar los objetivos de año nuevo.
Tengo que decir que los meses julio-agosto-septiembre y los que siguen han sido muy difíciles para mí en el plano laboral. La morosidad de las administraciones públicas (que aún continúa inexplicablemente) y las muchas opciones que tengo abiertas, me tenían sumida en una especie de estado de shok: ¿por dónde tirar? ¿Por qué he sido tan estúpida de haber delegado mi sueldo del 2015 en una subvención? ¿Tendré éxito en mis proyectos más ambiciosos?
Sobre todo esto me quejaba a un amigo que tenía una trayectoria bastante parecida a la mía: es emprendedor, muy formado y con una ilusión desbordante. Además tengo que decir que mi amigo es lo que se llama en el mundo empresarial un “Connector”. Los connectors son personas que parecen que han nacido con una agenda y un teléfono móvil bajo el brazo. Mi amigo destaca por su cantidad de contactos y el firme empeño de que esos contactos se conozcan entre sí y lo que es más importante, que se ayuden entre sí. Si quieres que te presenten a alguien tienes que llamarlo y él te lo presentará encantado. De hecho, le gusta tanto su labor como “casamentero profesional” que se dedica profesionalmente al networking actualmente.
Mi amigo me escuchó y me dijo: “ayyy Almudena, yo también he pasado por eso. Y te diré lo que me recomendaron mis mentores de por entonces. Has emprendido demasiado pronto y te estás agotando. Tienes que aprender más sobre la vida. La gente tan idealista como nosotros no para de emprender cosas. Está en nuestra naturaleza, pero tienes que equilibrarte, te recomiendo que cojas más trabajos por cuenta ajena durante un tiempo al menos para recuperarte anímicamente. Yo fue lo que hice. Y ahora vuelvo a las andadas con mi propio proyecto con un poco más de energía”.
Y que razón tenía. A pesar de que recuerdo mi época universitaria como la más fácil y una de las más felices de mi vida, tengo que decir que mi idealismo hizo que tomase algunas decisiones que no fueron buenas. Empecé en el mundo de las ONG muy pronto, con 16 años y me sentí como pez en el agua ¡había encontrado mi sitio! Por eso estudié no sólo una carrera social sino dos: trabajo social y educación social. Los fines de semana coordinaba un proyecto social que había montado con mis amigos en un barrio en riesgo de exclusión social. Pasábamos tanto tiempo allí que bromeábamos con mudarnos al barrio, con las familias a las que atendíamos. Además entre semana estudiaba las dos carreras y era activista de Amnistía Internacional. Cuando mis compañeras de clase se iban a casa a estudiar o a trabajar yo me dedicaba a perseguir alumnos por el campus para que firmasen por la abolición de la pena de muerte en Japón. Gracias a mi pasión por la carrera conseguí muchas becas para hacer prácticas fuera de España. También tenía todo el tiempo del mundo para ir a congresos y cursos gratis. Mi vida era el trabajo social y la educación social, todo lo demás, sobre todo el dinero era innecesario. No entendía por qué había compañeras/os que trabajasen los fines de semana, salvo aquellos que realmente lo necesitaban. Pobrecillos pensaba, no tienen tiempo para hacer voluntariados ni irse a México a aprender. Como siempre he sido una persona muy poco materialista tampoco sentía que necesitase el dinero para caprichos. A mi hermana por ejemplo le gusta mucho la ropa y ella si trabajaba en su tiempo libre.

El jarro de agua fría llegó en el mundo laboral. En el mundo académico estaba en mi salsa, si te esfuerzas, sacas cualquier cosa. En el laboral hace falta otro tipo de inteligencia que se conoce como inteligencia financiera: la capacidad de ganar dinero y administrarlo bien. Y ahora paso a dar mis argumentos de por qué no debí haber hecho tanto voluntariado y si desarrollar otras habilidades:
1. Escoger bien las prácticas: Yo estaba tan cansada de mis múltiples voluntariados y prácticas en otros países que no escogí bien las prácticas en mi ciudad natal. Amigas mías sin ninguna experiencia de voluntariado si escogieron bien y pudieron quedarse a trabajar allí después.
2. Confundir las cosas: Tanta experiencia con ONG y prácticas gratuitas me hicieron olvidar lo que es el trabajo en sí: el trabajo está para darte dinero y tener unos medios para vivir independientemente. Yo no he correlacionado trabajo-dinero hasta hace muy poco, ya que siempre he dado mi tiempo libremente. Hay compañeros/as que tienen experiencia en otros sectores profesionales y eso está bien. Eso hace que sean más precavidos con su tiempo y escojan mejor las oportunidades. De hecho, las mejores trabajadoras sociales emprendedoras que conozco curiosamente han trabajado mucho en otros sectores como en tiendas de ropa.
3. Desarrollar otros conocimientos transversales: Más importante que la experiencia del voluntariado en el mercado laboral son saber inglés, el paquete office, carnet de conducir, ventas, contactos. Aprende esto cuanto antes y dominarás el mundo.
4. Alimentamos una rueda injusta: Como dice uno de mis profesores de carrera “la ley de voluntariado es una ley de economía en el fondo”. Es un problema terrible en la profesión. Nos están eliminando como profesionales y hacer voluntariado alegremente contribuye a ello.
5. Sobreestimar las becas internacionales: Una de las razones por las que he sido adicta a los voluntariados eran mis ganas de conseguir becas y hacer prácticas fuera de España. Era realmente buena haciendo esto. Sin embargo, después me he dado cuenta de que hay muchas, muchas opciones para coger experiencia fuera. Y opciones más inteligentes financieramente hablando. Ahora hay plataformas de intercambio internacional por todas partes, incluso para buscar trabajo allí directamente. Además de páginas de voluntariado internacional como hacesfalta.org u organizaciones como AIESEC. Vamos, que no hace falta conseguir una beca de la Universidad para aprender fuera.
Para terminar me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre la inteligencia financiera y los trabajadores sociales.
Se me ocurre una cosa. ¿Y si tal vez la profesión esté tan mal pagada porque está formada por gente naturalmente con poca inteligencia financiera? ¿Atraerá la profesión del trabajo social a personas financieramente un poco ineptas que se sienten seguras trabajando en ONG y en la Administración Pública en dónde hablar de dinero es poco común? ¿En el fondo nos sentimos más cómodos trabajando gratis? ¿Qué tenemos que hacer los trabajadores sociales para espabilarnos en tema del dinero?
Por mi parte estoy en ello. Después de detectar esta limitación como emprendedora dedico mucho esfuerzo en desarrollar mi inteligencia financiera, que está ahí escondida tras años de vivir en el país de las piruletas. Ahora estoy aprendiendo que no puedo vivir sólo de buenas intenciones, tengo que seleccionar mejor mis proyectos (en función a su rentabilidad) para no desgastarme como emprendedora. En el mundillo empresarial se dice que en un verdadero emprendedor debe ser dos cosas: 1) Un visionario y 2) un gánster. El visionario ve las oportunidades, anima a la gente a seguirle y tiene intenciones puras. De eso tengo mucho. Pero el gánster debe saber poner límites, hacerse respetar y ver fríamente la situación real. Espero poco a poco mejorar en este aspecto. No quiero decir que de repente me vuelva una capitalista sin escrúpulos deseosa de arrancarle a mujeres, hombres y niños todos sus ahorros. Pero si tengo que equilibrarme en este aspecto. Tengo que hacerlo por mi bien y el de mis proyectos. Si no, siempre seré una emprendedora a medias.
P.D. Este post va dedicado a varios trabajadores/as sociales jóvenes que después de mis charlas se acercan para comentarme lo que les angustia trabajar en sectores que no son “lo nuestro”. Repetiré lo mismo que le digo a ellos: eso no resta, al contrario, suma. Siempre estamos aprendiendo. Los trabajadores/as sociales debemos de tener los pies en la tierra y la verdad, el trabajo, de lo que sea, ayuda a esto. Vedlo como una oportunidad, no como una amenaza para vuestra vocación.

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Tutoría responsable y Trabajo Social: Decálogo de los tutores/as «enrollados»

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Este mes de Febrero ha empezado a trabajar conmigo una alumna en prácticas de Trabajo Social en ADRES. No lo tenía planeado: un día estaba en el despacho de un antiguo profesor mío, organizando las clases y conferencias que iba a impartir en mi antigua universidad, la Pablo de Olavide, cuando me mencionó que una alumna suya estaba muy interesada en hacer las prácticas de tercero conmigo en ADRES.
Me pilló de sorpresa. La verdad es que no había hecho ninguna publicidad y la juventud del proyecto de ADRES me hacía pensar que no tenía mucho que ofrecerle. Después de informarme sobre en qué consistían esas prácticas, me entró curiosidad por conocer a la alumna “valiente” que se había atrevido a hacer las prácticas conmigo. Normalmente los alumnos en prácticas suelen buscar prácticas más convencionales (más vale lo conocido que lo conocer) ¿Quién querría hacer las prácticas con una joven trabajadora social, blogger, emprendedora social que trabaja en una cosa tan rara llamada Responsabilidad Social? Fue más que nada, la sensación de que alguien se estaba interesando por mi proyecto lo que me decidió a aceptar. Y ahora no me arrepiento en absoluto.
La tutora impasible
Tengo que contar que mis prácticas curriculares en España no fueron gran cosa (las de México tienen sus propias características, pero hoy me centraré en las de España).
Como volví de México extenuada de tanto trabajo social, viajes y amor a la mexicana, pensé que lo mejor para mí era escoger unas prácticas sencillitas, cerca de mi casa. Así que escogí para hacer las prácticas el centro de Servicios Sociales Comunitarios más cercano. Me pusieron justo en donde quería: en Cooperación Social. Sin embargo, debo decir que las prácticas no me fueron satisfactorias. Desde el primer momento mi tutora desconfiaba de mi (sí, la palabra es desconfiar) no le gustaba que hubiera estudiado dos carreras a la vez (también tenía educación social) y veía eso de haberme ido a México estudiar como algo “raro” no como un punto a mi favor. Ya empezamos con mal pie. Es bastante normal aburrirse mucho en las prácticas curriculares (eso lo pude constatar con mis compañeros) vale, entiendo que hay tareas que son aburridas (yo me dedicaba a rellenar informes del Sius y de vez en cuando entraba en algún taller de mayores) estaba tan aburrida y sola en el despacho que para ser más práctica, acabé dedicándome a buscar en Google información sobre la profesión de trabajo social, por que no tenía NI-IDEA de que lo había fuera. Nadie me lo había contado Y ahora viene el meollo de la cuestión.
Tutores responsables o mentores
Mi tutora era buena gente, todo hay que decirlo. Pero siempre eché en falta un poco de interés en mis necesidades. Apenas me preguntaba nada y no dedicó nada de tiempo en asesorarme sobre orientación laboral y trabajo social con lo que yo lo necesitaba. Ahora diréis que eso no es tarea delos tutores. ¿Y bueno por qué no? ¿Es que lo hace alguien más? ¿No se dan cuenta de que con el desempleo que hay ahora en la profesión a los estudiantes les va a interesar más los consejos que podemos darles antes que hacer la tarea rutinaria en el centro? Hace unos años estuve coordinando un proyecto de mentoría en AIESEC España y me convencí. Hacen falta mentores, no tutores, o quizás tutores responsables que les importe un poco las necesidades de sus alumnos en prácticas ¡te están dando su tiempo y encima están pagando por ello! Todas estas teorías las estoy llevando a la práctica con mi alumna en ADRES, a la que avisé desde el principio que mis prácticas serían un poco distintas. Yo de momento la veo feliz y motivada (más de lo que puedo decir sobre mí en mis prácticas en los SS) y ahora lanzo los consejos para los trabajadores sociales que son o quieren ser tutores responsables.

Decálogo de los tutores responsables, mentores o coloquialmente tutores “enrollados”
1. Los tutores responsables sienten empatía por el alumno. En primer lugar, como tutora me preguntaría que me hubiera gustado a mi hacer cuando estaba en la carrera. Ese fue mi punto de partida. Pensé en la Almudena de 20 años que casi iba a salir al mundo real. ¿qué me hubiera gustado hacer o aprender como alumna en prácticas?
2. Los tutores responsables cogen pocos alumnos/as en prácticas. Todo hay que decirlo. Más adelante se me ofrecieron otros alumnos en prácticas para ADRES. Pero para mi el cupo ya estaba cubierto. Si quería aportar de verdad a mi alumna no podía dispersar mi atención en más alumnos (al menos este año mi situación no me permite atender bien a más de uno).
3. Los tutores responsables tienen un detallito al principio con su alumno/a. Eso me parece importante. Hacer un regalito simbólico al alumno que acaba de desembolsar una pasta por trabajar gratis. Para mi simboliza el “bienvenido al centro, estás en el equipo”. Ya vas creando lazos de confianza desde el principio.
4. Los tutores responsables son flexibles, no creen en el presentismo (calentar la silla de trabajo porque sí) lo que importa son cumplir los objetivos de aprendizaje, no “cumplir con el horario”. La mayor parte del trabajo de mi alumna lo hacemos online y a las horas a las que ella le venga bien ¿para qué le voy a hacer venir hasta aquí si no es necesario? Pura filosofía del siglo XXI.
5. Los tutores responsables hacen preguntas y se interesan por la vida del alumno. Imprescindible para crear confianza y que el alumno sepa que tiene la posibilidad de expresar sus sentimientos contigo. Otra cosa es tener un amorío con tal alumno (que sí, una amiga mía lo tuvo con su tutor de prácticas curriculares) Seamos cercanos pero profesionales.
6. Los tutores responsables tratan de averiguar las necesidades del alumno y satisfacerlas. Que no sólo se limiten a cumplir los objetivos académicos sino estimularles para ir más allá ¿qué les gustaría realmente conseguir de las prácticas?
7. Los tutores responsables tratan que el alumno haga tareas variadas (mejor si van subiendo de dificultad) que propongan y aprendan por sí solos. Así estarán más preparados para un mercado laboral que cada vez exige más actitud proactiva.
8. Los tutores responsables dedican un tiempo a orientar profesionalmente a sus alumnos (de esto haré un post otro día, para los trabajadores sociales que no han tenido la suerte de tener un tutor responsable)
9. Los tutores responsables hacen autocrítica a menudo y están pendiente de cómo va sintiéndose el alumno durante las prácticas. No pone la excusa de “estoy muy ocupado” para ignorar los sentimientos de su alumno.
10. Para terminar: los tutores responsables ayudan al alumno a buscar otros lugares para hacer prácticas más adelante. En mi caso por ejemplo, ayudo a mi alumna a buscar el sitio idóneo para hacer las prácticas de 4º. También me parece oportuno seguir manteniendo el contacto con el alumno por si necesita orientación o apoyo para algo. Cuando salgan al mercado laboral van a estar más solos que la una. Qué menos que contar contigo para que les ayudes o tomar un café de vez en cuando.
Estas son las indicaciones que creo, debe seguir un tutor responsable o cómo se dice en las empresas “mentores”. Además, pienso que como profesión tenemos más responsabilidad todavía y las digo a continuación el porqué.
1) El trabajo social como profesión tiene un desempleo y precariedad enorme, hace falta que les demos más orientación profesional.
2) Está bien advertir a nuestros alumnos sobre trabajar gratis en la ONG como si fuese voluntariado.
3) Y esta es la más importante: somos la profesión que busca la dignidad y el bienestar de la persona. Dejemos de tratar de salvar el mundo y fijémonos cómo tratamos a nuestros becarios, voluntarios y alumnos en práctica. De nada sirve nuestro trabajo “ayudando a la gente” cuando no somos ni siquiera considerados con nuestros colegas de profesión más vulnerables.
Os animo a todos a ser mejores tutores o a los trabajadores sociales estudiantes a buscar tutores responsables para vuestras prácticas.

¿y vosotros? ¿Tuvisteis una buena experiencia durante las prácticas? ¿Los que sois tutores ahora mismo que pensáis del decálogo?

P.D Este mes participo como ponente en las jornadas de Trabajo Social e Innovación de Málaga. Por si algun lector/a de Málaga le apetece conocerme : )

Qué significa Trabajo Social Corporativo


¿Y qué significa “Trabajo Social Corporativo”? Aclaremos los conceptos:
El TRABAJO SOCIAL se define según la Federación Internacional de Trabajadores Socialesy la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (IASSW)2como la profesión «que promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas, y el fortalecimiento y la liberación del pueblo, para incrementar el bienestar. Mediante la utilización de teorías sobre comportamiento humano y los sistemas sociales, el trabajo social interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno. Los principios de los Derechos Humanos y la Justicia Social son fundamentales para el Trabajo Social».
Una CORPORACIÓN O  SOCIEDAD CORPORATIVA es una entidad jurídica creada bajo las leyes de un Estado como una entidad legal separada que tiene privilegios y obligaciones diferentes a la de sus miembros. Esta asociación formal, reconocida como persona jurídica y amparada por el derecho de sociedades, cuenta con sus propios privilegios y responsabilidades distintos a aquellos de sus miembros (personas naturales).
Hay muchos tipos de corporaciones. Así, una corporación puede ser un ayuntamiento, una universidad, una iglesia, una ONG, una empresa, un gremio, un sindicatou otro tipo de persona colectiva.
Por tanto, una CORPORACIÓN no tiene que ser necesariamente una empresa, sino que hace referencia a cualquier entidad formada por un grupo de personas.
El trabajo social corporativo es entonces, el trabajo social que se realiza en un grupo de personas constituidas jurídicamente, ya sean Asociaciones, Fundaciones, universidades, colegios profesionales etc. Es por tanto, un concepto amplio.
Fuente: Wikipedia