CÓMO HACER UN PLAN DE CAPTACIÓN DE FONDOS PARA TU ONG EN 3 PASOS (CAPITULO 1: EMPRESA Y ONG)

La mayoría de las ONG con las que trabajo a diario en ADRES se interesan especialmente por la RSE como medio de conseguir financiación privada. Y no les falta razón. Aunque digo siempre que el Tercer Sector tiene más motivos para interesarse por la RSE, entiendo que la situación actual (en donde el 83% de las ONG tienen problemas económicos) apremie a los profesionales a buscar nuevos métodos de financiación alternativos a las subvenciones públicas. ¿Cuáles existen actualmente? Dos a mi parecer: 1) el intraemprendimiento; del que hablaremos otro día y 2) El Fundraising, que en consiste en el conjunto de actividades a desarrollar para captar y gestionar fondos y bienes de personas, empresas, fundaciones y Administraciones Públicas con destino a finalidades no lucrativas.
En este post me centraré en el Fundraising con empresas privadas que es normalmente el tipo de consulta que tengo en ADRES.

Por qué el Fundraising es imprescindible en estos tiempos

1. Porque los presupuestos sociales no paran de bajar: Aquí un dato objetivo: han ido bajando al ritmo de un 20% anual desde 2011.
2. Aumentan en España las Fundaciones Empresariales: en la última década el sector fundacional ha creado más de 50.000 empleos de calidad.
3. Mayor poder de las empresas multinacionales que los propios gobiernos. La mayoría de los españoles lo cree así (y con razón)
4. Porque el nuevo panorama de la globalización requiere que empresas, gobiernos y tercer sector trabajen coordinadamente.

Todavía existe mucha desconfianza entre empresas privadas y tercer sector. La relación entre ambos es tan interesante que daría para toda una serie de post, analizando por ejemplo, las diferentes tipos de organizaciones que influyen en las empresas.
Pero vamos a centrarnos en los que nos gustaría para nuestra ONG. Yo voy a tomar como ejemplo el sector en donde me he desarrollado profesionalmente y en donde he trabajado como fundraisier: vamos a imaginarnos que somos técnicos de una ONG que trabaja con Infancia.

Paso 1. A remangarse la camisa: ¿Qué necesita nuestra ONG?

La empresa privada tiene distintas técnicas para mostrarse socialmente responsable ante su comunidad. La donación y el mecenazgo aumentan la «visibilidad» de la empresa en su entorno sin un excesivo rechazo. Por otra parte, el patrocinio hace aún más «visible» la colaboración económica entre la empresa y la organización receptora. Los resultados positivos de «ser socialmente responsable» deben revertir, también, en los sujetos receptores, compartiendo los éxitos que una buena comunicación aporta a la imagen y a la reputación de todos los agentes que participan en el proceso. Ante la decisión de tomar el camino de la responsabilidad social, la mayoría de empresarios consideran que primero deben ganar dinero para luego poderlo destinar a fines no lucrativos. Recordemos que la primera responsabilidad de una empresa es sobrevivir, por tanto: ser rentable y competitiva. Ponernos en el lugar de la empresa es muy importante. Más de una vez varios empresarios me han increpado por la actitud exigente de los profesionales de las ONG “¿responsabilidad?, sí que tengo responsabilidad: con mi familia, con mis empleados, con los proveedores…” aquí la empatía hacia el empresario debe ser máxima. Preocuparnos sólo por lo que necesita nuestra ONG no nos llevará a ningún lado. Hay que buscar reciprocidad.
Pero antes que nada debemos conocer muy bien nuestro sector, nuestra ONG y el proyecto concreto que queremos financiar. De eso dependerá todo el proceso. Porque hay varios caminos que nos llevan a Roma:
Tipos de filantropía empresarial:
– Donación
– Mecenazgo
– Premios
– Becas
– Contratación social
– Patrocinio
– Acción Social de la Empresa
– Marketing relacionado con una causa

Aunque cada opción es interesante por sí misma, en este post voy a centrarme en las relaciones ONG-Empresa más corriente desde el punto de vista de financiación de proyectos sociales concretos: La Donación, la Acción Social de la Empresa y el Márketing con Causa.

La Donación
La donación es una aportación puntual que hace la empresa. Puede ser de muchos tipos:
– Aportación económica de los fondos propios de la empresa.
– Aportación económica de los directivos/empleados
– Aportación económica de los proveedores/distribuidores/clientes
– Donación de productos/servicios propios de la empresa
– Aportación de know-how
– Cesión de infraestructuras de la empresa
– Cesión de canales distribución de la empresa
– Cesión de canales de información de la empresa
– Cesión de canales de comunicación publicitaria de la empresa
La donación puede ser una buena forma de meternos en este mundo: normalmente las empresas tienen más facilidades y se sienten más útiles de esta forma, ya que donan productos o servicios que ya tienen. Un ejemplo: en una ONG donde trabajé solicitamos donaciones a varias empresas. Una de ellas era una multinacional de chocolate. Nos aceptaron la petición y nos enviaron mucho stok del producto. No es que nos salvase el proyecto la donación pero nuestro niños pudieron disfrutar de barritas de chocolate bastante caras durante una buena temporada. Además hay que mirar más allá: la donación puede ser la puerta de entrada a financiación de proyectos más importantes. Comenzamos a mantener una relación de confianza con la empresa que nos facilitará acceder a otros niveles más complicados.

Acción Social de la Empresa
Es una estrategia sostenida de inversión en la comunidad sin finalidad lucrativa directa e inmediata, que trata de alinear los objetivos empresariales con las necesidades sociales, medio ambientales y económicas de la comunidad en la que se encuentra la empresa, con el fin de promover los intereses a largo plazo de la empresa y reforzar su reputación, al tiempo que se resuelven de forma efectiva las necesidades de la comunidad.
Es importante para nosotros captar las claves de este tipo de relación ONG-Empresa:

1) En primer lugar ES ESTRATÉGICA: Con esto quiero decir que es la más sofisticada de las relaciones. Cuando una empresa de decide a mantener una relación con nuestra ONG desde esta óptica es que la empresa se lo ha pensado muy bien y a puesto a profesionales expertos en el tema a trabajar en ello. Un ejemplo: si vuestra ONG quiere organizar un campamento de verano para niños en riesgo de exclusión, es mejor recurrir a la donación, ya que un campamento es algo puntual y no un proyecto que tenga un gran impacto en la población. En cambio, en la acción social de la empresa nuestra ONG “se casa” con la empresa, en vez de tener “una relación esporádica” de vez en cuando. Un buen ejemplo de este caso es el proyecto de Abengoa “Personas, Educación y Comunidades” que se realiza en diversos países.

2) No tiene beneficio inmediato para la Empresa, es por tanto su mayor inversión es tiempo y recursos. Como ONG debemos hacer un buen seguimiento del proyecto e ir reportando cada objetivo cumplido ¡Recordemos que es un matrimonio y que hay que cuidarlo!

3) Se centra en el contexto competitivo de la empresa: La buena acción social de la empresa (ASE) siempre parte de los propios recursos de la entidad y de un buen diagnóstico del contexto competitivo. ¿y qué significa el contexto competitivo? Simplemente son las características socio-económicas de las comunidades locales que rodean la empresa. Lo normal es que los profesionales de la ASE de la empresa hagan un mapeo de la zona donde opera la empresa y busquen aliados a los que pueda ayudar con sus recursos. Un ejemplo práctico: El Banco BBVA entró en los mercados de Latinoamérica: con la pobreza que había decidió hacer un programa de microcréditos para emprendedores, de tal forma que las zonas donde estuviese el BBVA tuviese mayor liquidez y riqueza. ¿por qué iba a querer un banco que los habitantes de su comunidad tuviesen más dinero? Respuesta fácil: así podrían meter más dinero en el banco. De esta forma BBVA y los habitantes ganan. Conocer el contexto competitivo de la empresa con la que queremos “casarnos” es muy importante y habrá un post solamente para ese tema.

Marketing con Causa
Según Olivares y Martín Llaguno (2001) es “la herramienta promocional de la empresa que trata de combinar la responsabilidad social de la empresa con el objetivo de rentabilidad mediante campañas de captación de fondos a favor de causas sociales, vinculadas a la venta de sus productos y servicios”.
En este caso, la empresa se compromete a cuando se vende uno de sus productos, un tanto por ciento se dedique al proyecto de la ONG. Aunque podemos encontrar proyectos tan chocantes como el de Ryanair lo normal es que las empresas vendan sus productos directamente y aquí puede ser cualquier cosa: desde yogures hasta servicios como clases de inglés. Eso nos da ventaja, ya que podemos acceder a cualquier empresa de cualquier sector. Aunque en España no es muy común este tipo de filantropía empresarial, los estudios demuestran que son muy eficaces tanto para las empresas como las ONG. Podéis encontrar más información en causemarketingforum.com en la web de Empresa y Sociedad.

Paso 2: Elaborar el Dossier de prensa

Cuando ya sepamos qué proyecto queremos financiar y que tipo de colaboración vamos a pedir a las empresas viene una parte imprescindible: Hacer el dossier de nuestra organización: Se trata de un documento que explique de forma ordenada y completa, aunque resumida, el tema objeto de financiación y la institución que lo solicita. Aquí un ejemplo de la Fundación para la Investigación e innovación Biosanitaria en Asturias

Paso 3: El contacto con las empresas.

1. Selección de empresas:
Las seleccionaremos en función de las características del tema y de la financiación solicitada: como la magnitud económica ,el sector de actividad afín, la temática del proyecto, los valores asociados, el lugar de actividad y las posibles motivaciones empresariales.
2. Contacto y relación con las empresas
– Formas de contacto: carta, teléfono, entrevista, correo electrónico.
– Persona o cargo a quien dirigir la comunicación.
– Calendario.
3. Formalización y seguimiento
– Contrato (tipos).
– Acto de firma.
– Tratamiento fiscal.
– Actuaciones de seguimiento posterior a la firma del convenio de financiación.
4. Control y eficacia del patrocinio
Indicaciones para la medición de la eficacia de la financiación y grado de satisfacción de los patrocinadores.
El contacto con las empresas es todo un arte (tanto comenzarlo como mantenerlo) y hablaremos en otro momento de cómo podemos hacerlo desde la ONG.

¿Y vosotros? ¿Alguna vez habéis financiado de forma privada un proyecto social?

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El Hambre de Trabajo y Trabajo Social

Como algunos de los que me leéis sabéis, he aplazado el curso que iba a impartir en el Colegio de Trabajadores Sociales de Cádiz hasta Octubre. Algunos me habéis escrito preguntándome las razones (gracias por preocuparos por mi) pero además de contestar a los me han escrito considero que el suceso en sí también tiene mucho que ver con el tema del que me gustaría escribir hoy.
Las razones que me han hecho aplazar el curso hasta Octubre son las siguientes:
– Me sentí mal cuando trabajadores sociales de otros países me preguntaban sobré de qué forma podían pagar el curso. Sé por experiencia propia que enviar dinero a otros países de forma convencional (haciendo una transferencia desde tu banco) tiene grandes comisiones y no llega el dinero completo. Para Octubre investigaré más opciones para pagar el curso desde fuera de España.
– Varias personas me escribieron diciéndome que estaban interesados en hacer algo de RSC pero no de Emprendimiento Social y viceversa. Eso me hice pensar que había planteado mal el curso desde el principio. Para Octubre, sacaré un curso exclusivo sobre RSC de 30 horas y más adelante, uno de emprendimiento social.
– En Octubre sabré muchísimo más sobre RSC que ahora. En Junio, con suerte terminaré mi trabajo de fin de máster sobre detección de necesidades sociales y RSC, así que tendré más conocimientos que añadir al curso.
– Algunos problemillas de salud. Gracias a los malos hábitos alimenticios que tuve mientras vivía en México (era una gran aficionada a unos tacos ultra-baratos que en la ciudad los llamaban “tacos de muerte lenta”) volví a España con el estómago dañado y sólo hace falta un periodo de estrés para tener dolores. Estos meses estaré haciéndome pruebas a ver qué es lo que le pasa a mi estómago. Para Octubre imagino que ya sabré que es lo que me pasa y podré controlar los dolores.
– Y el último y más importante de todos: la irresponsable Hambre de Trabajo.

Hambre de Trabajo: Las tristes secuelas de la ideología del trabajo

Yo, Al igual que como la mayoría de la gente, terminé la carrera con muchas ganas de probar mis conocimientos, aprender más y comenzar una vida adulta. Sin embargo la cosa no iba a estar tan fácil. A pesar de que tuve suerte desde el principio, eran pocas horas de trabajo a la semana y tenía mucho tiempo libre. Ahí comenzó mi Hambre de Trabajo: una necesidad casi fisiológica de trabajar y ganar dinero. Recuerdo que por aquella época me avergonzaba de mi tiempo libre. Por ejemplo: cuando alguien me llamaba por teléfono o me cruzaba con mi familia en casa, si estaba haciendo algo ocioso (leer una novela, ver la tele o jugar a algún juego de ordenador) rápidamente cambiaba la novela por un manual de trabajo, apagaba la tele y dejaba el juego. Me avergonzaba muchísimo de no estar trabajando las 24 horas del día. Parece exagerado pero los que me conocen bien lo saben: hasta hace poco no me he reconciliado con la idea de que el ocio es sano.
Al principio pensé que todo esto eran secuelas de la educación un poco espartana que he recibido en mi casa (y yo soy la disfrutona de la familia, deberíais conocer a mi padre, mi madre y a mi hermana) sin embargo, con el tiempo he podido comprobar que no sólo se trata de mí: lo normal, es que nos sintamos mal si “no somos útiles”.

La ideología del trabajo

Casualidades de la vida: actualmente estoy leyendo el fantástico libro “Trabajo, Consumismo y nuevos pobres” (lo recomiendo encarecidamente. Además lo he pedido para el Colegio de Trabajo Social de Sevilla) y ahí está perfectamente explicado el por qué nos ocurre esto:
La ideología de trabajo hace referencia a la asociación que las clases elitistas hicieron de la idea de trabajo= moral para convencer al resto de clases de la necesidad imperiosa de trabajar en las fábricas durante el proceso de industrialización. Imaginaos el panorama: las empresas necesitaban muchos trabajadores baratos, que soportaran horas y horas de trabajo y disciplina completamente antinaturales. Hasta esa época, lo normal es que la gente trabajase y descansase siguiendo sus propios ritmos y siempre produciendo y decidiendo cuándo quería trabajar y cuando descansar. Para que toda esa “panda de vagos” trabajase en las fábricas había que convencerlos que sólo el trabajo dignifica.
Y así la cosa fue derivando hasta lo que tenemos ahora. Salvo por un factor: ya las empresas no nos necesitan; tienen la tecnología y países en desarrollo que no le exigen “tantas cargas fiscales” pero aún continúa en nuestra mente esa idea de que sólo el trabajo dignifica. Y aquí viene el Hambre de Trabajo en Trabajo Social.

Trabajo Social y el Hambre de Trabajo.
Ahora hemos pasado de la sociedad de productores a la sociedad de consumidores. Salimos de la carrera de Trabajo Social y además de “producir” (ser útiles y dignificarnos) tenemos en mente las cosas que nos gustaría comprar: tener nuestro propio coche, nuestra propia casa, hacernos un viajecito… Muchos deseos para una realidad bien distinta: un desempleo tremendo y precariedad para los que han tenido la suerte de tener trabajo. Si además a todas estas coyunturas sumamos las peculiaridades de la profesión del Trabajo Social (precariedad al cuadrado) el Hambre empieza a ser insoportable: no sabemos cómo entrar en el mercado laboral, ni cómo conseguir el suficiente dinero para “sentirnos ciudadanos”. No sólo sufren los desempleados. También sufrimos los que tenemos trabajo, porque sentimos que nunca es suficiente, siempre estaremos al borde de perder nuestro trabajo, de arruinarnos, de no servir para nada. Y por eso aceptamos demasiado trabajo y nos quemamos.
Y esto ha sido lo que me ha ocurrido a mi este año ¡he pasado tanto Hambre de Trabajo! Se me han ofrecido más trabajos del que puedo aceptar y tenido que rechazarlos. El miedo a no tener trabajo en el futuro me obliga a explotarme ahora “por si vienen las vacas flacas”. Al final, mi sentido común triunfa y lo aplazo. Nada justifica vivir con ansiedad y sin disfrutar lo que hacemos.

Soluciones
Desde mi punto de vista hay dos caminos:
El Hambre del desempleado: yo misma he estado desempleada y quizás lo mejor para controlar ese hambre de trabajo es 1) en primer lugar recordar que el trabajo no dignifica. Simplemente por ser una persona eres digno de existir. 2) quítate responsabilidad: el problema del desempleo es algo típico del momento que vivimos. No todo depende de ti 3) si hay algo que sí depende de ti es no desesperarte. Tomar las decisiones tranquilamente no desde el hambre enloquecedora.
El Hambre de los empleados: estos son los consejos que yo aplico a mí misma: 1) mismo ingrediente para el desempleado: recuerda, eres digno trabajando o no 2) aprender la asertividad. Que no de miedo decir “no” a los demás” 3) responsabilizarte de tus actos: si dices que sí a más trabajo del que puedes aceptar rectifica y aprende. Mejor calidad que cantidad.

¿Y vosotros sufrís o habéis sufrido hambre de trabajo?
¡O deseo un fin de semana bien ocioso!

¡Por fin imparto mi primer curso online! » Trabajo Social en Empresa: Emprendimiento Social y Responsabilidad Social Corporativa»

¡Estimados lectores y lectoras! el 6 de Abril voy a impartir el primer curso online sobre “Trabajo Social en la Empresa: Emprendimiento Social y Responsabilidad Social Corporativa”. El curso me lo ha solicitado el Colegio de Trabajadores Sociales de Cádiz y afortunadamente estará abierto para colegiados y no colegiados, españoles o trabajadores sociales de otros países.
Muchos de vosotros me habéis escrito durante el último año preguntándome si iba a impartir formación sobre mi trabajo en las empresas y aquí tenéis la respuesta: si, por fin me he buscado un hueco y la consultora de RSC para la que trabajo me da dado luz verde para ponerme a ello ¡por fin podré condensar todo lo que estoy aprendiendo en mi día a día en un curso! Al principio pensé en uno de 25 horas, luego en uno de 30…pero a medida que pasaban los meses fui aprendiendo más y más sobre emprendimiento social y responsabilidad social corporativa, así como nuevos nichos laborales que están dentro del desarrollo sostenible y siento que no puedo dejar fuera esa información del curso, así que me he plantado en 60 horas y listo.
Sé que nos encontramos en un momento difícil y el dinero no abunda, así que prometo que mi curso será lo más práctico posible y el fin último y primerísimo será sacarle partido “en el mundo real”. Los lectores que me conocéis personalmente sabéis lo importante que es el sentido práctico para mí: No creo en la titulitis ni en el pdfing (esos cursos que son archivos pdf y listo) para encontrar información sobre emprendimiento social y RSC tenéis el Google a vuestra disposición. Lo que yo quiero que consigamos juntos es trasladaros la información más relevante para nosotros los trabajadores sociales y lo más importante: conseguir entre todos las herramientas y la motivación para ponerlas en práctica en nuestro día a día.
Así que después de darle muchas vueltas la cosa que quedado así:
DENOMINACIÓN: Curso Online “Trabajo Social en la Empresa: Emprendimiento Social y Responsabilidad Social Corporativa”
OBJETIVOS:
– Conocer qué es el Desarrollo Sostenible y qué oportunidades laborales nos ofrece a los trabajadores sociales
– Ampliar la red de contactos profesionales
– Mejorar la empleabilidad de los asistentes
– Facilitar la creación de un proyecto propio de emprendimiento social, responsabilidad social empresarial o de empleabilidad.
– Incorporar conocimientos prácticos sobre las dos vertientes actuales en materia de Trabajo Social y Empresa: emprendimiento social y RSC.

CONTENIDOS:
Tema 1: El Desarrollo Sostenible: qué es y porqué está teniendo una gran importancia en el siglo XXI
Tema 2: El emprendimiento social: un proyecto social sostenible. Cómo proponer un proyecto de trabajo social a una empresa social o montar nuestra propia empresa.
Tema 3: La Responsabilidad Social de las Organizaciones: Administración Pública, Empresas y Sociedad Civil.
Tema 4. Trabajo Social, RSC y Empresa: promoviendo el cambio a nivel interno y externo
Tema 5. Gestión de la RSC en el Tercer Sector
Tema 6. Gestión de la RSC en Empresas de Dependencia
Tema 7. Proyecto de fin de curso: Temas a elegir: proyecto de empleabilidad, proyecto de emprendimiento o proyecto de gestión de la RSC.

METODOLOGÍA: Se utilizará activamente el foro, videos, temario en PDF y lecturas complementarias. Al final de cada tema habrá una actividad práctica que habrá que superar y finalmente un trabajo de fin de curso cuya temática podrá escogerse entre las 3 opciones existentes.
FECHA DE CELEBRACIÓN: Abril-Mayo
COSTE TOTAL: 60 € colegiados 90 € no colegiados
NUMERO MÁXIMO DE ALUMNOS: 25
ENTIDAD ORGANIZADORA: Colegio de Trabajo Social de Cádiz
APUNTARSE EN: gestiontscadiz@cgtrabajosocial.es

 

NOTA: Además, mis amigos de Trabajo Social por Internet me han dicho que puedo añadir al curso su capacitación de 4 horas sobre autoempleo en trabajo social, así que ya sabeis! ¡dos cursos por uno! ; )

Aqui os dejo la información en PDF:

Infocurso

cartel curso

Tutoría responsable y Trabajo Social: Decálogo de los tutores/as «enrollados»

tutor

Este mes de Febrero ha empezado a trabajar conmigo una alumna en prácticas de Trabajo Social en ADRES. No lo tenía planeado: un día estaba en el despacho de un antiguo profesor mío, organizando las clases y conferencias que iba a impartir en mi antigua universidad, la Pablo de Olavide, cuando me mencionó que una alumna suya estaba muy interesada en hacer las prácticas de tercero conmigo en ADRES.
Me pilló de sorpresa. La verdad es que no había hecho ninguna publicidad y la juventud del proyecto de ADRES me hacía pensar que no tenía mucho que ofrecerle. Después de informarme sobre en qué consistían esas prácticas, me entró curiosidad por conocer a la alumna “valiente” que se había atrevido a hacer las prácticas conmigo. Normalmente los alumnos en prácticas suelen buscar prácticas más convencionales (más vale lo conocido que lo conocer) ¿Quién querría hacer las prácticas con una joven trabajadora social, blogger, emprendedora social que trabaja en una cosa tan rara llamada Responsabilidad Social? Fue más que nada, la sensación de que alguien se estaba interesando por mi proyecto lo que me decidió a aceptar. Y ahora no me arrepiento en absoluto.
La tutora impasible
Tengo que contar que mis prácticas curriculares en España no fueron gran cosa (las de México tienen sus propias características, pero hoy me centraré en las de España).
Como volví de México extenuada de tanto trabajo social, viajes y amor a la mexicana, pensé que lo mejor para mí era escoger unas prácticas sencillitas, cerca de mi casa. Así que escogí para hacer las prácticas el centro de Servicios Sociales Comunitarios más cercano. Me pusieron justo en donde quería: en Cooperación Social. Sin embargo, debo decir que las prácticas no me fueron satisfactorias. Desde el primer momento mi tutora desconfiaba de mi (sí, la palabra es desconfiar) no le gustaba que hubiera estudiado dos carreras a la vez (también tenía educación social) y veía eso de haberme ido a México estudiar como algo “raro” no como un punto a mi favor. Ya empezamos con mal pie. Es bastante normal aburrirse mucho en las prácticas curriculares (eso lo pude constatar con mis compañeros) vale, entiendo que hay tareas que son aburridas (yo me dedicaba a rellenar informes del Sius y de vez en cuando entraba en algún taller de mayores) estaba tan aburrida y sola en el despacho que para ser más práctica, acabé dedicándome a buscar en Google información sobre la profesión de trabajo social, por que no tenía NI-IDEA de que lo había fuera. Nadie me lo había contado Y ahora viene el meollo de la cuestión.
Tutores responsables o mentores
Mi tutora era buena gente, todo hay que decirlo. Pero siempre eché en falta un poco de interés en mis necesidades. Apenas me preguntaba nada y no dedicó nada de tiempo en asesorarme sobre orientación laboral y trabajo social con lo que yo lo necesitaba. Ahora diréis que eso no es tarea delos tutores. ¿Y bueno por qué no? ¿Es que lo hace alguien más? ¿No se dan cuenta de que con el desempleo que hay ahora en la profesión a los estudiantes les va a interesar más los consejos que podemos darles antes que hacer la tarea rutinaria en el centro? Hace unos años estuve coordinando un proyecto de mentoría en AIESEC España y me convencí. Hacen falta mentores, no tutores, o quizás tutores responsables que les importe un poco las necesidades de sus alumnos en prácticas ¡te están dando su tiempo y encima están pagando por ello! Todas estas teorías las estoy llevando a la práctica con mi alumna en ADRES, a la que avisé desde el principio que mis prácticas serían un poco distintas. Yo de momento la veo feliz y motivada (más de lo que puedo decir sobre mí en mis prácticas en los SS) y ahora lanzo los consejos para los trabajadores sociales que son o quieren ser tutores responsables.

Decálogo de los tutores responsables, mentores o coloquialmente tutores “enrollados”
1. Los tutores responsables sienten empatía por el alumno. En primer lugar, como tutora me preguntaría que me hubiera gustado a mi hacer cuando estaba en la carrera. Ese fue mi punto de partida. Pensé en la Almudena de 20 años que casi iba a salir al mundo real. ¿qué me hubiera gustado hacer o aprender como alumna en prácticas?
2. Los tutores responsables cogen pocos alumnos/as en prácticas. Todo hay que decirlo. Más adelante se me ofrecieron otros alumnos en prácticas para ADRES. Pero para mi el cupo ya estaba cubierto. Si quería aportar de verdad a mi alumna no podía dispersar mi atención en más alumnos (al menos este año mi situación no me permite atender bien a más de uno).
3. Los tutores responsables tienen un detallito al principio con su alumno/a. Eso me parece importante. Hacer un regalito simbólico al alumno que acaba de desembolsar una pasta por trabajar gratis. Para mi simboliza el “bienvenido al centro, estás en el equipo”. Ya vas creando lazos de confianza desde el principio.
4. Los tutores responsables son flexibles, no creen en el presentismo (calentar la silla de trabajo porque sí) lo que importa son cumplir los objetivos de aprendizaje, no “cumplir con el horario”. La mayor parte del trabajo de mi alumna lo hacemos online y a las horas a las que ella le venga bien ¿para qué le voy a hacer venir hasta aquí si no es necesario? Pura filosofía del siglo XXI.
5. Los tutores responsables hacen preguntas y se interesan por la vida del alumno. Imprescindible para crear confianza y que el alumno sepa que tiene la posibilidad de expresar sus sentimientos contigo. Otra cosa es tener un amorío con tal alumno (que sí, una amiga mía lo tuvo con su tutor de prácticas curriculares) Seamos cercanos pero profesionales.
6. Los tutores responsables tratan de averiguar las necesidades del alumno y satisfacerlas. Que no sólo se limiten a cumplir los objetivos académicos sino estimularles para ir más allá ¿qué les gustaría realmente conseguir de las prácticas?
7. Los tutores responsables tratan que el alumno haga tareas variadas (mejor si van subiendo de dificultad) que propongan y aprendan por sí solos. Así estarán más preparados para un mercado laboral que cada vez exige más actitud proactiva.
8. Los tutores responsables dedican un tiempo a orientar profesionalmente a sus alumnos (de esto haré un post otro día, para los trabajadores sociales que no han tenido la suerte de tener un tutor responsable)
9. Los tutores responsables hacen autocrítica a menudo y están pendiente de cómo va sintiéndose el alumno durante las prácticas. No pone la excusa de “estoy muy ocupado” para ignorar los sentimientos de su alumno.
10. Para terminar: los tutores responsables ayudan al alumno a buscar otros lugares para hacer prácticas más adelante. En mi caso por ejemplo, ayudo a mi alumna a buscar el sitio idóneo para hacer las prácticas de 4º. También me parece oportuno seguir manteniendo el contacto con el alumno por si necesita orientación o apoyo para algo. Cuando salgan al mercado laboral van a estar más solos que la una. Qué menos que contar contigo para que les ayudes o tomar un café de vez en cuando.
Estas son las indicaciones que creo, debe seguir un tutor responsable o cómo se dice en las empresas “mentores”. Además, pienso que como profesión tenemos más responsabilidad todavía y las digo a continuación el porqué.
1) El trabajo social como profesión tiene un desempleo y precariedad enorme, hace falta que les demos más orientación profesional.
2) Está bien advertir a nuestros alumnos sobre trabajar gratis en la ONG como si fuese voluntariado.
3) Y esta es la más importante: somos la profesión que busca la dignidad y el bienestar de la persona. Dejemos de tratar de salvar el mundo y fijémonos cómo tratamos a nuestros becarios, voluntarios y alumnos en práctica. De nada sirve nuestro trabajo “ayudando a la gente” cuando no somos ni siquiera considerados con nuestros colegas de profesión más vulnerables.
Os animo a todos a ser mejores tutores o a los trabajadores sociales estudiantes a buscar tutores responsables para vuestras prácticas.

¿y vosotros? ¿Tuvisteis una buena experiencia durante las prácticas? ¿Los que sois tutores ahora mismo que pensáis del decálogo?

P.D Este mes participo como ponente en las jornadas de Trabajo Social e Innovación de Málaga. Por si algun lector/a de Málaga le apetece conocerme : )