El auge de las Fundaciones sin ánimo de lucro: Una oportunidad de empleo para las y los Trabajadores Sociales

Soy consciente de que tengo este blog bastante abandonado y también el grupo de Facebook sobre Trabajo Social y Responsabilidad Social Corporativa en donde ya somos más de 2600 profesionales.

Pero no he desaparecido del todo: cada dos meses, escribo un artículo sobre RSC y Trabajo Social en la revista «Transformación» del Colegio de Trabajo Social de Sevilla. Así, me aseguro de que este blog se nutre al menos, cada dos meses.

Pues bien: Aqui está el artículo de junio sobre cómo cada vez somos más los trabajadores sociales que trabajamos en/con fundaciones sin ánimo de lucro, espero que os sea muy útil:

y aquí el número completo.

Os deseo un feliz verano!

Abrazos

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SOBRE TRABAJO SOCIAL Y RSC: LO QUE HE APRENDIDO TRABAJANDO CON UNA FUNDACIÓN EMPRESARIAL ALEMANA

reto

Hace un año me encontraba de nuevo en el inframundo del Infojobs buscando ofertas de empleo.

Aunque en principio lo normal era volver a mi puesto en la Fundación Randstad, al final no fue así.

Pasé una etapa de negación, tristeza, ira y finalmente aceptación. Me tocaba buscarme la vida de nuevo.

Encontré dos trabajos “de lo mío” en donde gracias a mi cuidada marca personal y profesional tenía proyección de futuro. Eran pocas horas y poco dinero, pero podía ir tirando.

Si me pusiera a contar la historia de como terminé trabajando para la F.B el post sería demasiado largo. Resumiré diciendo que todos los planetas se alinearon para que pudiera tener este trabajo y poder aprender todo lo que voy a contar aquí. Allá vamos.

Enseñanza 1: No temas dejar algo seguro y cómodo por otra opción que te obligará a dar lo mejor de ti.

Acaba de firmar un contrato indefinido para un sitio que me encanta. Mi jefe, me conocía desde los 16 años. Me acogió casi como a una hija y tenía grandes planes de futuro para mí. Mi trabajo estaba a unos pasos de mi casa, en pleno centro. Pero al día siguiente de firmar el contrato me escribieron de la F.B. Me habían escogido para el puesto de asesora, ¿seguía queriendo ese puesto? ¿aceptaba? Tenía que decidir. Seguramente sin todas las enseñanzas que aprendí en mi anterior trabajo hubiera reusado. Demasiada responsabilidad, inestabilidad, nuevas formas de trabajar. Me daba pánico. Pero una voz me decía que tenía que hacerlo. Ya había llegado, por fin, tras años de esfuerzos, tenía mi hueco en un puesto de responsabilidad de una gran fundación empresarial. Y no cualquiera, sino LA FUNDACIÓN EMPRESARIAL. Con unas condiciones increíbles. Decidí dejar mi puesto de entonces y mi jefe lo entendió. De hecho, me contó un secreto: se lo esperaba. “No sé qué tiene este sitio, pero la gente que entra al poco se le ofrecen grandes oportunidades. Si pasa cualquier cosa, no dudes en llamarme y volver” y Empezó el paseo en montaña rusa (o más bien alemana).

Enseñanza 2: Adaptarse a nuevas formas de trabajar requiere un tiempo. Hay que intentar que sea el menos posible y eso se consigue pidiendo feedback y observando mucho.

El trabajo con la F.B es todo una masterclass de “Nuevas formas de trabajo en el siglo XXI” para empezar no es un trabajo en sí, sino que soy autónoma y facturo como asesora unas horas a la semana, tengo total libertad de coger otros clientes siempre que cumpla las horas del contrato. De hecho, lo hago. Lo que facturo al mes con F.B da para vivir de sobra (sueldo alemán) pero me permite seguir incrementando mis ingresos si quiero dedicar más tiempo a trabajar. Eso me encanta. Es justo mi filosofía de vida. Disfruto trabajando para varias entidades a la vez si quiero, pero si estoy “vaga” con sólo un cliente puedo vivir bien.

Enseñanza 3: Las competencias transversales se agudizan en los puestos de responsabilidad.

En el anterior post hablé de ellas, lo he que aprendido durante este año es que esas mismas competencias que son deseables para cualquier empleo, en un trabajo de responsabilidad y autonomía, estas se hacen imprescindibles. La movilidad, la inteligencia emocional, la buena actitud y la capacidad de aprendizaje lo son todo y se desarrollan a escalas superiores. Tratas con gente con más poder, tienes que viajar más (avión, tren o coche) y aprender más rápido sin perder la sonrisa.

También añado una competencia extra que se desarrolla en puestos de más responsabilidad: la capacidad de trabajar en cualquier sitio y la multitarea: reuniones por Skype en cafeterías, llamadas importantes mientras conduces, redactar informes y correos en el tren etc.

Enseñanza 4: Soy más insegura de lo que pensaba

Tratar con personas nunca ha sido mi fuerte (de hecho, comencé en esta profesión para desarrollar mis habilidades sociales) pero pensaba que ya había llegado a un buen nivel de confianza y comunicación. Este trabajo, o más bien, las tareas que se incluyen en el servicio que presto han dado bofetadas a mi ego a tutiplén. El resto de los asesores contaban con muchísima más información que yo, y mis competencias transversales empezaron a parecerme irrisorias: me ponía tan nerviosa en las reuniones que me costaba procesar la información. Puedo transmitir confianza al “público objetivo” del trabajo social: personas que necesitan algún recurso, pero con directores de centros educativos, técnicos de la administración, directores de RRHH de grandes empresas mi confianza flaqueaba harto. He tenido que hacer un gran trabajo personal sobre mi autoestima para que esto no me afectase y ponerme con dignidad en el papel que represento. No sólo he sido la nueva, también la más joven. Aún me queda mucho por pulir.

Enseñanza 5: Maneja bien la información

Cuanto más responsabilidad se tiene, más y mejor hay que manejar la información. Al incorporarme al proyecto “heredé” una gran cantidad de información. Tarde 3 meses y un tirón de orejas en aceptar que la información no puede ser heredada. Dediqué muchas horas a trabajarla de nuevo de arriba a bajo y a organizarla según mis propios criterios. Así por fin conseguí memorizarla, manejarla y hacer bien mi trabajo.

Enseñanza 6: Informes, Informes, Informes

A más responsabilidad y autonomía también más informes. Para poder hacerlos he tenido que recurrir a un profesor particular de Excel. También el power-point es útil y desde luego el Word. Manejar gran cantidad de información es lo que tiene.

Enseñanza 7: Aporta mucho trabajar con profesionales de campos muy diferentes

Me quedo loca con las capacidades de otros asesores. Son una inspiración diaria para mí cada uno a su manera. Los veo como profesores de competencias que me gustaría desarrollar.

Dar un salto profesional hacia arriba, asusta, estresa, da insonmio, miedo…pero afortunadamente existen muchas formas de manejar ese estrés: psicólogos, deporte en gimnasio o al aire libre (yo ahora me dedico al boxeo) baile (nunca dejaré mi zumba) amigos, pareja, naturapatia, masajes, Netflix,libros…

Yo las estoy probando todas y funcionan. Desde aquí os animo a seguir soñando, a dar saltos profesionales que den miedo, que os reten, a toparos con jef@s exigentes, compañer@s alucinantes de los que aprender mucho…

Los trabajadores sociales podemos con eso y más.

 

 

 

 

 

 

 

 

TRABAJO SOCIAL E INTELIGENCIA FINANCIERA: EL PORQUÉ ME ARREPIENTO DE HABER HECHO TANTO VOLUNTARIADO

Durante el pasado mes de Enero, al tener vacaciones me he permitido el lujo de poder quedar con todos los amigos y amigas que ya no viven en Sevilla y que volvían a casa por Navidad.
Además de la tremenda alegría que da volver a ver a amigos que, por circunstancias laborales, ya no puedes ver a menudo, varios de ellos me dejaron charlas trascendentales, de esas que te dan una idea de por dónde debes orientar los objetivos de año nuevo.
Tengo que decir que los meses julio-agosto-septiembre y los que siguen han sido muy difíciles para mí en el plano laboral. La morosidad de las administraciones públicas (que aún continúa inexplicablemente) y las muchas opciones que tengo abiertas, me tenían sumida en una especie de estado de shok: ¿por dónde tirar? ¿Por qué he sido tan estúpida de haber delegado mi sueldo del 2015 en una subvención? ¿Tendré éxito en mis proyectos más ambiciosos?
Sobre todo esto me quejaba a un amigo que tenía una trayectoria bastante parecida a la mía: es emprendedor, muy formado y con una ilusión desbordante. Además tengo que decir que mi amigo es lo que se llama en el mundo empresarial un “Connector”. Los connectors son personas que parecen que han nacido con una agenda y un teléfono móvil bajo el brazo. Mi amigo destaca por su cantidad de contactos y el firme empeño de que esos contactos se conozcan entre sí y lo que es más importante, que se ayuden entre sí. Si quieres que te presenten a alguien tienes que llamarlo y él te lo presentará encantado. De hecho, le gusta tanto su labor como “casamentero profesional” que se dedica profesionalmente al networking actualmente.
Mi amigo me escuchó y me dijo: “ayyy Almudena, yo también he pasado por eso. Y te diré lo que me recomendaron mis mentores de por entonces. Has emprendido demasiado pronto y te estás agotando. Tienes que aprender más sobre la vida. La gente tan idealista como nosotros no para de emprender cosas. Está en nuestra naturaleza, pero tienes que equilibrarte, te recomiendo que cojas más trabajos por cuenta ajena durante un tiempo al menos para recuperarte anímicamente. Yo fue lo que hice. Y ahora vuelvo a las andadas con mi propio proyecto con un poco más de energía”.
Y que razón tenía. A pesar de que recuerdo mi época universitaria como la más fácil y una de las más felices de mi vida, tengo que decir que mi idealismo hizo que tomase algunas decisiones que no fueron buenas. Empecé en el mundo de las ONG muy pronto, con 16 años y me sentí como pez en el agua ¡había encontrado mi sitio! Por eso estudié no sólo una carrera social sino dos: trabajo social y educación social. Los fines de semana coordinaba un proyecto social que había montado con mis amigos en un barrio en riesgo de exclusión social. Pasábamos tanto tiempo allí que bromeábamos con mudarnos al barrio, con las familias a las que atendíamos. Además entre semana estudiaba las dos carreras y era activista de Amnistía Internacional. Cuando mis compañeras de clase se iban a casa a estudiar o a trabajar yo me dedicaba a perseguir alumnos por el campus para que firmasen por la abolición de la pena de muerte en Japón. Gracias a mi pasión por la carrera conseguí muchas becas para hacer prácticas fuera de España. También tenía todo el tiempo del mundo para ir a congresos y cursos gratis. Mi vida era el trabajo social y la educación social, todo lo demás, sobre todo el dinero era innecesario. No entendía por qué había compañeras/os que trabajasen los fines de semana, salvo aquellos que realmente lo necesitaban. Pobrecillos pensaba, no tienen tiempo para hacer voluntariados ni irse a México a aprender. Como siempre he sido una persona muy poco materialista tampoco sentía que necesitase el dinero para caprichos. A mi hermana por ejemplo le gusta mucho la ropa y ella si trabajaba en su tiempo libre.

El jarro de agua fría llegó en el mundo laboral. En el mundo académico estaba en mi salsa, si te esfuerzas, sacas cualquier cosa. En el laboral hace falta otro tipo de inteligencia que se conoce como inteligencia financiera: la capacidad de ganar dinero y administrarlo bien. Y ahora paso a dar mis argumentos de por qué no debí haber hecho tanto voluntariado y si desarrollar otras habilidades:
1. Escoger bien las prácticas: Yo estaba tan cansada de mis múltiples voluntariados y prácticas en otros países que no escogí bien las prácticas en mi ciudad natal. Amigas mías sin ninguna experiencia de voluntariado si escogieron bien y pudieron quedarse a trabajar allí después.
2. Confundir las cosas: Tanta experiencia con ONG y prácticas gratuitas me hicieron olvidar lo que es el trabajo en sí: el trabajo está para darte dinero y tener unos medios para vivir independientemente. Yo no he correlacionado trabajo-dinero hasta hace muy poco, ya que siempre he dado mi tiempo libremente. Hay compañeros/as que tienen experiencia en otros sectores profesionales y eso está bien. Eso hace que sean más precavidos con su tiempo y escojan mejor las oportunidades. De hecho, las mejores trabajadoras sociales emprendedoras que conozco curiosamente han trabajado mucho en otros sectores como en tiendas de ropa.
3. Desarrollar otros conocimientos transversales: Más importante que la experiencia del voluntariado en el mercado laboral son saber inglés, el paquete office, carnet de conducir, ventas, contactos. Aprende esto cuanto antes y dominarás el mundo.
4. Alimentamos una rueda injusta: Como dice uno de mis profesores de carrera “la ley de voluntariado es una ley de economía en el fondo”. Es un problema terrible en la profesión. Nos están eliminando como profesionales y hacer voluntariado alegremente contribuye a ello.
5. Sobreestimar las becas internacionales: Una de las razones por las que he sido adicta a los voluntariados eran mis ganas de conseguir becas y hacer prácticas fuera de España. Era realmente buena haciendo esto. Sin embargo, después me he dado cuenta de que hay muchas, muchas opciones para coger experiencia fuera. Y opciones más inteligentes financieramente hablando. Ahora hay plataformas de intercambio internacional por todas partes, incluso para buscar trabajo allí directamente. Además de páginas de voluntariado internacional como hacesfalta.org u organizaciones como AIESEC. Vamos, que no hace falta conseguir una beca de la Universidad para aprender fuera.
Para terminar me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre la inteligencia financiera y los trabajadores sociales.
Se me ocurre una cosa. ¿Y si tal vez la profesión esté tan mal pagada porque está formada por gente naturalmente con poca inteligencia financiera? ¿Atraerá la profesión del trabajo social a personas financieramente un poco ineptas que se sienten seguras trabajando en ONG y en la Administración Pública en dónde hablar de dinero es poco común? ¿En el fondo nos sentimos más cómodos trabajando gratis? ¿Qué tenemos que hacer los trabajadores sociales para espabilarnos en tema del dinero?
Por mi parte estoy en ello. Después de detectar esta limitación como emprendedora dedico mucho esfuerzo en desarrollar mi inteligencia financiera, que está ahí escondida tras años de vivir en el país de las piruletas. Ahora estoy aprendiendo que no puedo vivir sólo de buenas intenciones, tengo que seleccionar mejor mis proyectos (en función a su rentabilidad) para no desgastarme como emprendedora. En el mundillo empresarial se dice que en un verdadero emprendedor debe ser dos cosas: 1) Un visionario y 2) un gánster. El visionario ve las oportunidades, anima a la gente a seguirle y tiene intenciones puras. De eso tengo mucho. Pero el gánster debe saber poner límites, hacerse respetar y ver fríamente la situación real. Espero poco a poco mejorar en este aspecto. No quiero decir que de repente me vuelva una capitalista sin escrúpulos deseosa de arrancarle a mujeres, hombres y niños todos sus ahorros. Pero si tengo que equilibrarme en este aspecto. Tengo que hacerlo por mi bien y el de mis proyectos. Si no, siempre seré una emprendedora a medias.
P.D. Este post va dedicado a varios trabajadores/as sociales jóvenes que después de mis charlas se acercan para comentarme lo que les angustia trabajar en sectores que no son “lo nuestro”. Repetiré lo mismo que le digo a ellos: eso no resta, al contrario, suma. Siempre estamos aprendiendo. Los trabajadores/as sociales debemos de tener los pies en la tierra y la verdad, el trabajo, de lo que sea, ayuda a esto. Vedlo como una oportunidad, no como una amenaza para vuestra vocación.

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10 Lecciones que tuve que aprender para ser emprendedora social (I))

Ahora en noviembre cumplo exactamente tres años como emprendedora social. No es que sea mucho tiempo lógicamente, pero subjetivamente me parece toda una vida: los aprendizajes (y golpes) han sido tantos y tan intensos que tengo la sensación de que como ocurría en la película Interestelar, una hora en la galaxia emprendedora equivale a 7 años en el planeta tierra.
Espero que mis aprendizajes ayuden a más de un incauto e ingenuo emprendedor/a social que habite por la ciberesfera. Los aprendizajes los describo en orden cronológico:
1. Encuentra tu motivo: Suena tópico, pero todo Quijote necesita a su Dulcinea. Y créeme si emprendes en el sector social eres un Don Quijote luchando contra molinos (y más tarde, contra facturas, el banco, tu propia pereza, etc) así que desde el primer momento necesitas algo, una imagen, una visión, un lugar, una persona…que te motive a levantarte cada día para conseguir el objetivo de vivir de tu proyecto. En mi caso fue la idea de poder ver a mi novio cada semana y continuar disfrutando de nuestra vida en común. Llegó un momento en mi carrera profesional en donde fui consciente de que si continuaba trabajando para otros en el Tercer Sector tendría difícil independizarme y tener un sueldo digno. Así que tuve que elegir: o emigrar a otro país como habían hecho tantos de mis compañeros de profesión o quedarme y luchar por mi relación auto empleándome. En España existe el dicho que dice “tiran más dos tetas que dos carretas” pues bien, también hay pectorales que tiran como carretas. Decidí que la situación laboral no iba a determinar el tipo de relación que mantuviese con mi novio, y convertí mi amor por él (soy consciente de lo cursi que suena pero es la verdad) en el motivo de continuar cada día luchando por mi proyecto. Siempre lo digo: mi Dulcinea particular se llama Pablo y es informático y músico. Buscar aquello que te motiva a luchar contra todas las adversidades es vital antes de ponerte manos a la obra.

2. Cuidado si vienes del Tercer Sector: muchos de los emprendedores sociales venimos de toda una vida dedicada al Tercer Sector. Y eso es una desventaja a la hora de crear un proyecto que funcione ya que el Tercer Sector es un mundo aparte que no funciona con las leyes típicas del mercado. Yo siempre he trabajado en el Tercer Sector antes de emprender por lo que:

– Estaba acostumbrada a trabajar gratis y a crear proyectos de emprendimiento en donde la plantilla fuese voluntariado.
– Sabía crear proyectos pero no servicios
– Estaba acostumbrada a conseguir los recursos mendigando (al Estado por medio de subvenciones o a donantes privados) y no a exigir el cobro de servicios con un valor añadido.
– No entendía bien la correlación tiempo/dinero: estaba tan acostumbrada a trabajar gratis y rodearme de gente que hiciese lo mismo que no era consciente de que tiempo es dinero. Eso hizo que fuese nefasta a la hora de poner tarifas a mi trabajo.
– Sabia como motivar al voluntariado pero no a empleados ni a alumnos en prácticas que deben cumplir con su trabajo (excesivo buenrollismo en donde al final yo tenía que trabajar más horas por no saber cómo poner a la gente en su sitio)
Venir del Tercer Sector también me dio ventajas como acceder a muchos recursos y ayudas, saber trabajar bien en equipo y darle una perspectiva fresca a los proyectos nuevos, pero el gran lastre tenía que ver con la pésima relación que tenía dinero, lo que nos lleva al siguiente punto:
3. Asegúrate de la rentabilidad del proyecto: Mi primer proyecto de emprendimiento “Tinta Azul”, un proyecto de animación a la lectura con niños no tuvo éxito porque cuando comencé me di cuenta de que no me salía rentable. Si cobraba lo que los colegios querían que cobrase como monitora ganaba menos dinero que trabajando para Save The Children y las horas eran las mismas. Como no había investigado sobre las tarifas y los horarios extraescolares en los colegios de primaria, me vi con un proyecto precioso y viable pero que no era rentable.
4. Ten cuidado con las subvenciones, pueden ser una ruina en vez de una oportunidad: para los dos próximos proyectos (Biblioamigos Sevilla y Asociación ADRES) conté con las subvenciones como fuente primordial de recursos. Error: En el primer caso la crisis ya había comenzado con fuerzas y las administraciones públicas recortaron en todos los temas culturales priorizando los asistenciales. ¿De que servía que la gente en riesgo de exclusión leyese si no tenían que llevarse a la boca? Así que nada, decidí cortar mi precioso proyecto socio-literario y centrarme en un tema más urgente, la Responsabilidad Social Corporativa, un área en donde las administraciones no paraban de aumentar sus presupuestos. Pero había tres asuntos con los que no había contado: 1) cambiaron las leyes del tercer sector y ahora no te adelantaban el dinero sino que tu creabas el proyecto por tu cuenta y luego, si eso, te lo reembolsaban. Ese cambio de dinámicas me cogió por sorpresa y obviamente yo contaba con recursos privados para mantener a ADRES pero no suficientes como para procurarme un sueldo digno. 2) La gran competencia en el mundo de la RSE. Cuando yo comencé a idear el proyecto no existían tantas organizaciones con ganas de promover la RSE en España. Pero imagino que las grandes organizaciones no son tontas: están al día de todas las subvenciones que salen y muchas de ellas cambiaron sus estatutos para poder sumarse al carro de la RSE. Resultado: guerra de poderosas Fundaciones contra minis ONG contra la mía. ¿A que no adivináis quien gana siempre? Obviamente las grandes. Conclusión: que aunque consigas adelantar algunos proyectos tienes difícil recuperar el dinero porque las grandes siempre ganan. 3) ¡suena la flauta! Consigo una subvención de la Junta de Andalucía para poder auto emplearme en ADRES a media jornada durante un año. Entonces empieza la pesadilla: meses de papeleos absurdos que culminan en una morosidad extrema. Aquí estoy, con la subvención adjudicada y más de un año sin ver un solo euro de mi sueldo. ¿Cuándo cobraré? Misterio. En palabras de mi padre: “las subvenciones son como un regalo inesperado, puedes pedirlas pero no contar con ellas” pues eso, tened muy en cuenta cómo funcionan estas cosas. A mí me cogieron desprevenida porque en Save The Children yo cobraba religiosamente cada mes. ¿Porqué? Una socia de ADRES que tiene una gran ONG de intervención social me contó el secreto: las grandes ONG hacen acuerdos con bancos para poder adelantar el dinero a sus empleados. A ésta en particular la Junta de Andalucía les debe 100.000 euros. Y de esto me entero yo ahora ¡pobre pringada!
5. Especialízate o muere. Sé que soy pesada con este tema, hasta hice otro post sobre la Especialización. La gente que me conoce sabe que leo libros como si no hubiera un mañana. Pues bien TODOS los libros que leo sobre temas laborales/empresariales incluyen en el Top Ten de imprescindibles la necesidad de especializarse para poder hacer algo mínimamente interesante en el mercado de trabajo. Durante mi máster de Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa me desesperé intentado buscar en que campo especializarme dentro de la ya especialización de por si en RSE. ¿Especialización al cuadrado? Si, y creedme que no fue sencillo. Tras sufrir las decepciones de ADRES (no poder conseguir más subvenciones, que no me pagasen la que había conseguido) decidí que mi próximo proyecto de emprendimiento social sería más real y completamente ajeno a las subvenciones, ONG y cosas por el estilo. Sería un proyecto empresarial hecho y derecho: montaría una SL o me haría autónoma, pero tenía claro que ya era hora de espabilarme y comenzar a pensar como una empresaria, no como una gerente de una ONG, que es lo que había hecho los últimos 10 años. Y así estaba: tuve que ver como mis amigos y mi hermana pequeña se independizaban y verme a mí, como siempre, a dos velas trabajando de lo que fuese porque a la administración pública no le daba la gana darme lo que me había prometido. Estaba harta y cansada. De nuevo, debía buscar inspiración para centrarme en un proyecto que a la vez me ilusionase y fuese rentable. En esta fase consulté a todos los expertos que pude: escribí correos a muchos profesionales para que me orientasen, leí más todavía. Mi mentor y presidente de ADRES, Miguel Ángel Moyano, que había terminado el mismo master hace unos años me recomendó que me especializase en un sector al que tuviese fácil acceso.
La verdad es que estaba un poco desesperada, así que decidí irme unos días al campo a despejarme con mi novio. En su casa del pueblo, en Aznalcóllar, ese día habían dejado enfrente de la puerta, en el felpudo, un especial del periódico “El Correo de Andalucía”. Yo, que leo todo lo que se me ponga por delante, cogí el periódico y lo abrí al azar. ¡Y ahí estaba todo lo que yo había estado buscando! Era un especial sobre minería y responsabilidad social. Un periódico entero sobre cifras a nivel internacional, nacional, autonómico. Vamos, la mitad de mi trabajo de fin de máster estaba allí a todo color y en papel reciclado. Me ilusioné tanto que lo decidí al momento: me especializaría en necesidades sociales, responsabilidad social y minería. Además, para más inri averigüé por casualidad que mi tatarabuelo y bisabuelo habían sido mineros. Y más casualidad todavía: mi abuela me contó que su padre (mi bisabuelo) había sido contable en una mina y que además era responsable de las ayudas sociales a los trabajadores (¿mi bisabuelo había sido el trabajador social de una mina?) lo que es la vida. Especializarme en este tema me ha traído oportunidades profesionales que nunca imaginé y desde luego, he creado mi proyecto de emprendimiento social (espero que el definitivo) sobre esta especialización. Y eso nos lleva al siguiente punto que desarrollaré en el próximo post.

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CÓMO HACER UN PLAN DE CAPTACIÓN DE FONDOS PARA TU ONG EN 3 PASOS (CAPITULO 1: EMPRESA Y ONG)

La mayoría de las ONG con las que trabajo a diario en ADRES se interesan especialmente por la RSE como medio de conseguir financiación privada. Y no les falta razón. Aunque digo siempre que el Tercer Sector tiene más motivos para interesarse por la RSE, entiendo que la situación actual (en donde el 83% de las ONG tienen problemas económicos) apremie a los profesionales a buscar nuevos métodos de financiación alternativos a las subvenciones públicas. ¿Cuáles existen actualmente? Dos a mi parecer: 1) el intraemprendimiento; del que hablaremos otro día y 2) El Fundraising, que en consiste en el conjunto de actividades a desarrollar para captar y gestionar fondos y bienes de personas, empresas, fundaciones y Administraciones Públicas con destino a finalidades no lucrativas.
En este post me centraré en el Fundraising con empresas privadas que es normalmente el tipo de consulta que tengo en ADRES.

Por qué el Fundraising es imprescindible en estos tiempos

1. Porque los presupuestos sociales no paran de bajar: Aquí un dato objetivo: han ido bajando al ritmo de un 20% anual desde 2011.
2. Aumentan en España las Fundaciones Empresariales: en la última década el sector fundacional ha creado más de 50.000 empleos de calidad.
3. Mayor poder de las empresas multinacionales que los propios gobiernos. La mayoría de los españoles lo cree así (y con razón)
4. Porque el nuevo panorama de la globalización requiere que empresas, gobiernos y tercer sector trabajen coordinadamente.

Todavía existe mucha desconfianza entre empresas privadas y tercer sector. La relación entre ambos es tan interesante que daría para toda una serie de post, analizando por ejemplo, las diferentes tipos de organizaciones que influyen en las empresas.
Pero vamos a centrarnos en los que nos gustaría para nuestra ONG. Yo voy a tomar como ejemplo el sector en donde me he desarrollado profesionalmente y en donde he trabajado como fundraisier: vamos a imaginarnos que somos técnicos de una ONG que trabaja con Infancia.

Paso 1. A remangarse la camisa: ¿Qué necesita nuestra ONG?

La empresa privada tiene distintas técnicas para mostrarse socialmente responsable ante su comunidad. La donación y el mecenazgo aumentan la «visibilidad» de la empresa en su entorno sin un excesivo rechazo. Por otra parte, el patrocinio hace aún más «visible» la colaboración económica entre la empresa y la organización receptora. Los resultados positivos de «ser socialmente responsable» deben revertir, también, en los sujetos receptores, compartiendo los éxitos que una buena comunicación aporta a la imagen y a la reputación de todos los agentes que participan en el proceso. Ante la decisión de tomar el camino de la responsabilidad social, la mayoría de empresarios consideran que primero deben ganar dinero para luego poderlo destinar a fines no lucrativos. Recordemos que la primera responsabilidad de una empresa es sobrevivir, por tanto: ser rentable y competitiva. Ponernos en el lugar de la empresa es muy importante. Más de una vez varios empresarios me han increpado por la actitud exigente de los profesionales de las ONG “¿responsabilidad?, sí que tengo responsabilidad: con mi familia, con mis empleados, con los proveedores…” aquí la empatía hacia el empresario debe ser máxima. Preocuparnos sólo por lo que necesita nuestra ONG no nos llevará a ningún lado. Hay que buscar reciprocidad.
Pero antes que nada debemos conocer muy bien nuestro sector, nuestra ONG y el proyecto concreto que queremos financiar. De eso dependerá todo el proceso. Porque hay varios caminos que nos llevan a Roma:
Tipos de filantropía empresarial:
– Donación
– Mecenazgo
– Premios
– Becas
– Contratación social
– Patrocinio
– Acción Social de la Empresa
– Marketing relacionado con una causa

Aunque cada opción es interesante por sí misma, en este post voy a centrarme en las relaciones ONG-Empresa más corriente desde el punto de vista de financiación de proyectos sociales concretos: La Donación, la Acción Social de la Empresa y el Márketing con Causa.

La Donación
La donación es una aportación puntual que hace la empresa. Puede ser de muchos tipos:
– Aportación económica de los fondos propios de la empresa.
– Aportación económica de los directivos/empleados
– Aportación económica de los proveedores/distribuidores/clientes
– Donación de productos/servicios propios de la empresa
– Aportación de know-how
– Cesión de infraestructuras de la empresa
– Cesión de canales distribución de la empresa
– Cesión de canales de información de la empresa
– Cesión de canales de comunicación publicitaria de la empresa
La donación puede ser una buena forma de meternos en este mundo: normalmente las empresas tienen más facilidades y se sienten más útiles de esta forma, ya que donan productos o servicios que ya tienen. Un ejemplo: en una ONG donde trabajé solicitamos donaciones a varias empresas. Una de ellas era una multinacional de chocolate. Nos aceptaron la petición y nos enviaron mucho stok del producto. No es que nos salvase el proyecto la donación pero nuestro niños pudieron disfrutar de barritas de chocolate bastante caras durante una buena temporada. Además hay que mirar más allá: la donación puede ser la puerta de entrada a financiación de proyectos más importantes. Comenzamos a mantener una relación de confianza con la empresa que nos facilitará acceder a otros niveles más complicados.

Acción Social de la Empresa
Es una estrategia sostenida de inversión en la comunidad sin finalidad lucrativa directa e inmediata, que trata de alinear los objetivos empresariales con las necesidades sociales, medio ambientales y económicas de la comunidad en la que se encuentra la empresa, con el fin de promover los intereses a largo plazo de la empresa y reforzar su reputación, al tiempo que se resuelven de forma efectiva las necesidades de la comunidad.
Es importante para nosotros captar las claves de este tipo de relación ONG-Empresa:

1) En primer lugar ES ESTRATÉGICA: Con esto quiero decir que es la más sofisticada de las relaciones. Cuando una empresa de decide a mantener una relación con nuestra ONG desde esta óptica es que la empresa se lo ha pensado muy bien y a puesto a profesionales expertos en el tema a trabajar en ello. Un ejemplo: si vuestra ONG quiere organizar un campamento de verano para niños en riesgo de exclusión, es mejor recurrir a la donación, ya que un campamento es algo puntual y no un proyecto que tenga un gran impacto en la población. En cambio, en la acción social de la empresa nuestra ONG “se casa” con la empresa, en vez de tener “una relación esporádica” de vez en cuando. Un buen ejemplo de este caso es el proyecto de Abengoa “Personas, Educación y Comunidades” que se realiza en diversos países.

2) No tiene beneficio inmediato para la Empresa, es por tanto su mayor inversión es tiempo y recursos. Como ONG debemos hacer un buen seguimiento del proyecto e ir reportando cada objetivo cumplido ¡Recordemos que es un matrimonio y que hay que cuidarlo!

3) Se centra en el contexto competitivo de la empresa: La buena acción social de la empresa (ASE) siempre parte de los propios recursos de la entidad y de un buen diagnóstico del contexto competitivo. ¿y qué significa el contexto competitivo? Simplemente son las características socio-económicas de las comunidades locales que rodean la empresa. Lo normal es que los profesionales de la ASE de la empresa hagan un mapeo de la zona donde opera la empresa y busquen aliados a los que pueda ayudar con sus recursos. Un ejemplo práctico: El Banco BBVA entró en los mercados de Latinoamérica: con la pobreza que había decidió hacer un programa de microcréditos para emprendedores, de tal forma que las zonas donde estuviese el BBVA tuviese mayor liquidez y riqueza. ¿por qué iba a querer un banco que los habitantes de su comunidad tuviesen más dinero? Respuesta fácil: así podrían meter más dinero en el banco. De esta forma BBVA y los habitantes ganan. Conocer el contexto competitivo de la empresa con la que queremos “casarnos” es muy importante y habrá un post solamente para ese tema.

Marketing con Causa
Según Olivares y Martín Llaguno (2001) es “la herramienta promocional de la empresa que trata de combinar la responsabilidad social de la empresa con el objetivo de rentabilidad mediante campañas de captación de fondos a favor de causas sociales, vinculadas a la venta de sus productos y servicios”.
En este caso, la empresa se compromete a cuando se vende uno de sus productos, un tanto por ciento se dedique al proyecto de la ONG. Aunque podemos encontrar proyectos tan chocantes como el de Ryanair lo normal es que las empresas vendan sus productos directamente y aquí puede ser cualquier cosa: desde yogures hasta servicios como clases de inglés. Eso nos da ventaja, ya que podemos acceder a cualquier empresa de cualquier sector. Aunque en España no es muy común este tipo de filantropía empresarial, los estudios demuestran que son muy eficaces tanto para las empresas como las ONG. Podéis encontrar más información en causemarketingforum.com en la web de Empresa y Sociedad.

Paso 2: Elaborar el Dossier de prensa

Cuando ya sepamos qué proyecto queremos financiar y que tipo de colaboración vamos a pedir a las empresas viene una parte imprescindible: Hacer el dossier de nuestra organización: Se trata de un documento que explique de forma ordenada y completa, aunque resumida, el tema objeto de financiación y la institución que lo solicita. Aquí un ejemplo de la Fundación para la Investigación e innovación Biosanitaria en Asturias

Paso 3: El contacto con las empresas.

1. Selección de empresas:
Las seleccionaremos en función de las características del tema y de la financiación solicitada: como la magnitud económica ,el sector de actividad afín, la temática del proyecto, los valores asociados, el lugar de actividad y las posibles motivaciones empresariales.
2. Contacto y relación con las empresas
– Formas de contacto: carta, teléfono, entrevista, correo electrónico.
– Persona o cargo a quien dirigir la comunicación.
– Calendario.
3. Formalización y seguimiento
– Contrato (tipos).
– Acto de firma.
– Tratamiento fiscal.
– Actuaciones de seguimiento posterior a la firma del convenio de financiación.
4. Control y eficacia del patrocinio
Indicaciones para la medición de la eficacia de la financiación y grado de satisfacción de los patrocinadores.
El contacto con las empresas es todo un arte (tanto comenzarlo como mantenerlo) y hablaremos en otro momento de cómo podemos hacerlo desde la ONG.

¿Y vosotros? ¿Alguna vez habéis financiado de forma privada un proyecto social?

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¡Por fin imparto mi primer curso online! » Trabajo Social en Empresa: Emprendimiento Social y Responsabilidad Social Corporativa»

¡Estimados lectores y lectoras! el 6 de Abril voy a impartir el primer curso online sobre “Trabajo Social en la Empresa: Emprendimiento Social y Responsabilidad Social Corporativa”. El curso me lo ha solicitado el Colegio de Trabajadores Sociales de Cádiz y afortunadamente estará abierto para colegiados y no colegiados, españoles o trabajadores sociales de otros países.
Muchos de vosotros me habéis escrito durante el último año preguntándome si iba a impartir formación sobre mi trabajo en las empresas y aquí tenéis la respuesta: si, por fin me he buscado un hueco y la consultora de RSC para la que trabajo me da dado luz verde para ponerme a ello ¡por fin podré condensar todo lo que estoy aprendiendo en mi día a día en un curso! Al principio pensé en uno de 25 horas, luego en uno de 30…pero a medida que pasaban los meses fui aprendiendo más y más sobre emprendimiento social y responsabilidad social corporativa, así como nuevos nichos laborales que están dentro del desarrollo sostenible y siento que no puedo dejar fuera esa información del curso, así que me he plantado en 60 horas y listo.
Sé que nos encontramos en un momento difícil y el dinero no abunda, así que prometo que mi curso será lo más práctico posible y el fin último y primerísimo será sacarle partido “en el mundo real”. Los lectores que me conocéis personalmente sabéis lo importante que es el sentido práctico para mí: No creo en la titulitis ni en el pdfing (esos cursos que son archivos pdf y listo) para encontrar información sobre emprendimiento social y RSC tenéis el Google a vuestra disposición. Lo que yo quiero que consigamos juntos es trasladaros la información más relevante para nosotros los trabajadores sociales y lo más importante: conseguir entre todos las herramientas y la motivación para ponerlas en práctica en nuestro día a día.
Así que después de darle muchas vueltas la cosa que quedado así:
DENOMINACIÓN: Curso Online “Trabajo Social en la Empresa: Emprendimiento Social y Responsabilidad Social Corporativa”
OBJETIVOS:
– Conocer qué es el Desarrollo Sostenible y qué oportunidades laborales nos ofrece a los trabajadores sociales
– Ampliar la red de contactos profesionales
– Mejorar la empleabilidad de los asistentes
– Facilitar la creación de un proyecto propio de emprendimiento social, responsabilidad social empresarial o de empleabilidad.
– Incorporar conocimientos prácticos sobre las dos vertientes actuales en materia de Trabajo Social y Empresa: emprendimiento social y RSC.

CONTENIDOS:
Tema 1: El Desarrollo Sostenible: qué es y porqué está teniendo una gran importancia en el siglo XXI
Tema 2: El emprendimiento social: un proyecto social sostenible. Cómo proponer un proyecto de trabajo social a una empresa social o montar nuestra propia empresa.
Tema 3: La Responsabilidad Social de las Organizaciones: Administración Pública, Empresas y Sociedad Civil.
Tema 4. Trabajo Social, RSC y Empresa: promoviendo el cambio a nivel interno y externo
Tema 5. Gestión de la RSC en el Tercer Sector
Tema 6. Gestión de la RSC en Empresas de Dependencia
Tema 7. Proyecto de fin de curso: Temas a elegir: proyecto de empleabilidad, proyecto de emprendimiento o proyecto de gestión de la RSC.

METODOLOGÍA: Se utilizará activamente el foro, videos, temario en PDF y lecturas complementarias. Al final de cada tema habrá una actividad práctica que habrá que superar y finalmente un trabajo de fin de curso cuya temática podrá escogerse entre las 3 opciones existentes.
FECHA DE CELEBRACIÓN: Abril-Mayo
COSTE TOTAL: 60 € colegiados 90 € no colegiados
NUMERO MÁXIMO DE ALUMNOS: 25
ENTIDAD ORGANIZADORA: Colegio de Trabajo Social de Cádiz
APUNTARSE EN: gestiontscadiz@cgtrabajosocial.es

 

NOTA: Además, mis amigos de Trabajo Social por Internet me han dicho que puedo añadir al curso su capacitación de 4 horas sobre autoempleo en trabajo social, así que ya sabeis! ¡dos cursos por uno! ; )

Aqui os dejo la información en PDF:

Infocurso

cartel curso

TRABAJO SOCIAL DEL FUTURO(II): PROYECTOS DE FINANCIACIÓN HÍBRIDA

Últimamente he leído mucho por Facebook las dificultades que conlleva la financiación de un proyecto de emprendimiento. Es verdad que no es un asunto fácil y menos todavía en una época de crisis económica (factor de fracaso nº 10) pero para los que ya se han decidido a dar el salto, les aconsejo ser prudentes y pensar en la financiación antes que nada.

La idea de financiación será lo que nos marcará la clase de empresa social que montemos. Esta tabla resume perfectamente los tres tipos de emprendedores sociales: los puramente sin ánimo de lucro, los híbridos y los con ánimo de lucro.

(Tabla sacada del Libro Capitalismo 2.0)

Sin ánimo de Lucro

Híbrido

Con ánimo de Lucro

Sin ingresos

Sin beneficios

Con ingresos(los reinvierte en crecer)

Sin beneficios

Con ingresos

Con beneficios

Mayoría de voluntarios

Contrapestraciones no económicas

Contratos a trabajadores clave

Salarios competitivos, desarrollo de ventajas estratégicas

Filantripía, donaciones, becas, deuda

Subvenciones, inversiones de capital que no buscan el mejor retorno

Inversores, venture philanthropy, deuda, expectativas de retorno a la inversión

Voluntarios con un elevado grado de compromiso

Mezcla de voluntarios y profesionales en nómina

Trabajadores en nómina y énfasis en premios económicos

No hay pago

Pago del producto como mínimo para cubrir costes

Los consumidores pagan el coste más un plus para dar beneficios

Consejo concentrado en la misión, no en los beneficios, liderazgo

Consejo Mixto (para no depender tanto de las donaciones, muchas star-up sociales deciden operar en el centro de la tabla

Consejo elegido por los dueños, concentrado en repartir dividendos

Crea beneficios sociales donde los mercados han fallado, efectivo al captar afiliaciones basadas en componentes emocionales

En modelos mixtos, buscando ingresos que le permitan seguir en el mercado.

No está basado en la buena voluntad sino en el buen desarrollo del mercado, disciplina de crecimiento y efectividad.

Sálvese quien pueda

Para montar ADRES decidí junto a los socios promotores crear una empresa social híbrida ¿porqué? muy fácil, ¡Porque es el futuro!

Mientras estudiaba el bachillerato y la carrera había muchas subvenciones para ONG. Cuando terminé en 2010, la crisis económica ya estaba bien establecida y empezaron los primeros recortes sociales. La propia ONG donde trabajaba, Save The Children, empezó a recortar a lo bestia y es que no solo no salían subvenciones sino ¡que aunque te la diesen tardaban años en darte el dinero! Sólo un proyecto se salvó de la quema: Caixa-proinfancia, el proyecto financiado por la RSC de la Caixa. Además, durante la carrera había estado de voluntaria en Proyecto Aldeas, una asociación juvenil que se financiaba 100% de forma privada y nos iba genial. Una vez recuerdo que traté de pedir una subvención pública y al ver el lio de papeles desistí.

Cuando decidí montar una asociación lo primero que hice fue observar cómo estaban otras ONG pequeñas (pero muy eficientes) de mi ciudad. Todas tenían el mismo problema: los recortes las había dejado KO. Si montaba otra ONG más, sin ninguna innovación de por medio no tendría posibilidades, ya que que hasta las mejores estaban con el agua al cuello.

Debo decir que actualmente una ONG maravillosa en donde fui voluntaria Rompe Tus Cadenas, se subió al carro de la financiación híbrida y tuvieron éxito (mi madre es una de sus clientes).

¿pero qué es una empresa social híbrida?

Es el modelo preferido de la mayoría de emprendedores sociales ya que mezcla dos cualidades: no tener ánimo de lucro pero tener ánimo de obtener ingresos para reinvertir en el crecimiento de la iniciativa. Para sostener la actividad se movilizan fondos del sector público (subvenciones) y el sector privado (venta de servicios, filantropia, RSE…)

Esta cualidad facilita que la entidad sea sostenible ya que comparte la capacidad de generar beneficios económicos y no dependen exclusivamente de fuentes de financiación poco “estables” como la subvenciones o las donaciones.

Las iniciativas híbridas tienen ingresos y muy pocos o ningún beneficio porque reinvierten sus ganancias en el crecimiento de la empresa. Es el tipo de empresa social que defiende el Nóbel de la Paz Muhammad Yunus.

Ejemplo ADRES

Para que una empresa social sea híbrida, inevitablemente deberá tener formato No Lucrativo (Asociación o Fundación). Lo ideal es montar una Fundación, ya que tiene más facilidades para ser híbrida, pero si no se cuenta con 30.000 euros, tendrá que ser Asociación.

Hay muchos muchísimos casos de asociaciones híbridas, esta por ejemplo, Asociación Grupo 5 funciona muy bien y desde hace mucho tiempo. Nunca he entendido porqué se considera inmoral que una asociación sea híbrida cuando eso hace posible la sostenibilidad de un proyecto (no abandonar a tus usuarios cuando las administraciones públicas corten el grifo y no sobrevivir a costa de voluntarios trabajadores sociales) cada día más y más ONG están optando por la financiación híbrida.

En el caso de ADRES, la cosa funciona así: efectivamente, solicitamos subvenciones pero tratamos de no depender exclusivamente de ellas. Nuestro colectivo al que ayudar es a pequeñas empresas y ONG que no pueden permitirse contratar servicios de RSE en condiciones normales. Al hacerse socio obtienen asesoría gratuita y consultoría a bajo coste, además de formación. Gracias a este formato hemos podido ayudar a pequeñas ONG en captación de financiación privada y las empresas de inserción. Tratamos de que la RSE no sea elitista y que cualquier entidad y persona pueda beneficiarse, ya que consideramos que la verdadera RSE hará un mundo mejor.

¿y tu? ¿eres emprendedor social? ¿en tu país cual es el formato más utilizado? ¿piensas que esta información es útil para los trabajadores sociales?

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NETWORKING PARA INNOVADORES SOCIALES

Una de las ventajas de dedicarte al Tercer Sector, la Responsabilidad Social Corporativa y al Emprendimiento Social, es la cantidad de gente maravillosa que te encuentras por el camino.

A veces acudes a un acto en tu ciudad de RSE, como al que acudí de la empresa promotora de ADRES, Corresponsables, y en dicho acto, mientras engulles galletas y pinchos de tortilla, aparece una persona anónima, entablas conversación con ella, intercambiais tarjetas y sonrisas,  os dais cuenta de que coincidís en muchas cuestiones, pero lo mejor de todo, es darte cuenta de que hay posibilidad de multiplar esas cuestiones, de crear proyectos juntos y colaborar.

Así conocí a Pedro Rincón fundador de la maravillosa empresa social Tarifas Blancas. La idea de su empresa me encantó : promover la RSE de las empresas haciendo descuentos a desempleados. Simple pero muy útil.
A partir de entonces, Pedro me ha ido encadenando a nuevos proyectos de innovación social en Sevilla, desde el Espacio RES (¡qué ganas tengo de que hagan público la web para escribiros sobre ese Espacio!) hasta el evento UEIA, en donde participaré como voluntaria el fin de semana del 13-14-15 de Junio, un evento que pretende reunir a emprendedores sociales, trabajadores del tercer sector, profesionales de la RSC, inversores y profesionales de la tecnología para  compartir nuestros proyectos y tratar de ayudarnos los unos a los otros en nuestros quehaceres profesionales, siempre enfocado a la innovación en los problemas sociales.
¡ una delicia!
Os dejo en enlace por si alguno de los lectores/as se anima: UEIA Generation
En mi (todavía) corta experiencia como emprendedora social puedo afirmar sin tapujos que el networking y los contactos lo son todo. Por eso animo a cualquiera a que se apunte a los diferentes eventos de innovación social que están pululando por España. El mundo del networking es todo un arte,ya hasta existen cursos que tratan sobre el tema. Este de Actívate   me fué especialmente útil, ya que soy la típica que cuando termina cualquier evento me centro más en deborar con ansia cualquier cosa que lleve queso o jamón serrano antes que en conocer a gente nueva. Craso error por el que se puede perder oportunidades, ¡hay que tener las manos y la boca disponible para charlar!
Estoy segura de que el evento UEIA será genial ; )

RAZONES POR LAS QUE AL TERCER SECTOR LE INTERESA LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA


Desde hace varios años la Responsabilidad Social Corporativa o en un término más amplio, la Responsabilidad Social de las Organizaciones, ha sido objeto de interés por parte del Tercer Sector. En el 2009 la Fundación Luis Vives, gestora del Máster de Gestión Directiva de Organizaciones no Lucrativas a través de la UNED y  una de las entidades  que lleva el liderazgo en el sector español, fundó su Revista de la Responsabilidad Social de la Empresa en donde publica artículos de reconocidos profesionales en la materia.
Desde entonces, se han publicado diversos manuales sobre el tema como  este  completísimo dossier del Observatorio del Tercer Sector de Bizkaia o éste de la Fundación Atenea. También han ido apareciendo cursos especializados en Tercer Sector y Responsabilidad Social Corporativa, que tratan de  acercar a los profesionales de las ONG a esta forma de gestión empresarial voluntaria.
Son variadas las razones que tenemos los profesionales  del tercer sector para interesarnos por la Responsabilidad Social Corporativa:
1.      Para  dar ejemplo: el tejido asociativo ha cobrado una especial relevancia social en los últimos decenios y, por tanto, su incidencia y responsabilidad es mayor. No sólo son las empresas multinacionales las que operan en distintos países asumiendo un alto grado de responsabilidades. Si nos gusta que las empresas se responsabilicen de su forma de actuar, las ONG tenemos que hacer lo propio, con el valor añadido de que trabajamos  en un ámbito de actividad directamente relacionado con derechos básicos de las personas. Un ejemplo es el consumo responsable en la ONG.
2.      Para mantener la confianza. La RSC como sistema de gestión transversal aumenta la confianza de los inversores en las empresas, al igual que la RSC aumenta la confianza en la sostenibilidad de una ONG de los donantes y socios.
3.      Por la calidad y la innovación. La RSC lleva consigo políticas y actuaciones que mejoran la calidad de la organización y promueven la innovación de las estrategias.
4.      Para participar en la creación de normativas, foros  y ranking de la RSE.  Como muestran varias encuestas, las organizaciones del Tercer Sector son en la que más se confía, por encima de gobierno y empresas . En España, como ponen de manifiesto los estudios realizados por CECU, son la fuente más fiable para informarse sobre RSE, por encima de medios de comunicación o sindicatos. Tenemos como ejemplo el Consejo Estatal de RSE, en donde también participan ONG o la campaña de Ropa Limpia, en donde se informan de las empresas textiles que vulneran los derechos laborales.
5.      Para establecer una relación de igualdad con las empresas.Al igual que con los años el tercer sector se ha ido “profesionalizando” incorporando formas de gestión inicialmente empresariales como el EFQM, la Responsabilidad Social Corporativa es una excelente oportunidad para establecer líneas de cooperación con las empresas, involucrándonos y asesorando en políticas sociales como la contratación de colectivos en riesgo de exclusión social o desarrollando proyectos de voluntariado corporativo.
6.      Para financiar proyectos de la ONG.Muchas empresas destinan parte de sus fondos a acciones sociales a través de sus políticas de responsabilidad social corporativa. Este tipo de alianzas o partenariados, que a veces se extienden para incluir a poderes públicos, ha sido objeto de numerosos estudios como el del Instituto de Innovación Social de ESADE “Nuevas Tendencias de la Acción Social Corporativa”

Parece evidente que los profesionales del tercer sector nos encontramos ante un nuevo paradigma en el que la responsabilidad social corporativa nos ofrecerá nuevos retos y oportunidades.